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EL LABERINTO DE CRONOS

Chronos Labyrinthos

Caballero 13 (España)

INTRODUCCIÓN

Cronos Labyrinth. 刻ノ迷宮 (クロノスラビュリントス) (pron. jp. Kuronosu Rabyurintosu) “El Laberinto de Cronos” EPG, literalmente : tiempo + laberinto. En kanjis según se nombra en EPG es 刻ノ迷宮 es decir (Kokuno no Meikyū), literalmente “El Laberinto del Tiempo”.

El Chronos Labyrinthos es la guarida de los Titanes, aparece por primera vez en el tomo 1 del Episode G. Su apariencia es la de una especie de castillo/catedral enorme y oscuro, rodeado de 11 palacios voladores que gravitan a su alrededor, cada uno correspondiente a un Titán (el Chronos Labyrinthos es asignado a Cronos). La estructura incluye un campanario y el Theos Sema brilla en la parte superior del conjunto.

En el siglo XX, este lugar resurge de la nada una vez que todos los Titanes (con la excepción de Cronos), vuelven a este mundo. El Chronos Labyrinthos se coloca en suspensión sobre el Tártaro. Los Gold Saints parten al asalto de este lugar y se enfrentarán a varios Titanes y sus soldados. La aldea del pueblo de los Titanes se sitúa alrededor del Chronos Labyrinthos.

En japonés "Chronos" y "Cronos", se escriben de la misma manera por lo que se hace difícil hacer una distinción entre estos dioses. Lógicamente, la guarida de Cronos habría podido llamarse "Cronos Labyrinthos", pero los kanji que Okada contrapone a este nombre claramente significan "laberinto del tiempo", lo que obliga a elegir la ortografía "Chronos Labyrinthos”.

El Cronos Laburinthos, dominio de los titanes, está situado en un lugar indeterminado, sin duda otra dimensión. Las paredes de este enorme palacio están sostenidas por el cosmos de los 11 titanes. Así que, literalmente, aparece cuando los once titanes vuelven a la vida: sus paredes, columnas, pilares se alzan instantáneamente cuando se hace notar el cosmos de los titanes. El templo toma forma incluso antes de que los titanes aparezcan en este mundo. Con la reconstrucción del palacio, la campana del tiempo del Cronos Laburinthos suena indicando el regreso al mundo de los funestos titanes. Para proteger esta inmensa fortaleza, otros once templos giran entorno a este, cada uno es propiedad de uno de los titanes.

Con el renacimiento de los titanes, los templos se cubren de llamas azules y blancas, para iluminar la bóveda celeste y dibujar el símbolo divino de Theos Sema. Esta luz divina afectará a todo lo que vive y despertará en las formas de vida sus instintos asesinos, con el fin de conducirlos a la Titanomachia. En el interior del Cronos Laburinthos hay una sala de audiencias donde residíó, encerrado por mucho tiempo mediante los sellos de los rayos de Zeus, la manifestación del cosmos de Cronos, donde el mismo Cronos traerá de nuevo a la vida al clan de estos gigantes.

En el corazón de un inextricable laberinto de escaleras existe una sala que fue el foco central durante muchos episodios. La sala donde se guardan las Soma de los titanes y donde estos vuelven a la vida. Eesta bodega también es un lugar de observación de Pontos, que puede verlo todo a través de su caldero. El primer templo que se puso de manifiesto es el más importante de todos, el de Cronos: El Cronos Naos. El interior se parece a una catedral, encima de la cual suena la campana del tiempo. El interior está decorado como el Templo del Gran Patriarca, con un trono que permite a Cronos dar un vistazo global a la sala. En una habitación cercana se encuentra la sala de audiencias, es el Adamas Psammos, que contiene un enorme reloj de diamantes que puede invertir la corriente de la evolución.

  • Todas las imágenes del manga del Episodio G han sido extraidas del los foros Infored
  • Fuentes de información: - -

En el Episodio G de Saint Seiya nos encontramos con este nuevo palacio o fortaleza, el Laberinto de Cronos. Esta es la fortaleza donde habitan los 12 titanes, liderados por Cronos, todos ellos hijos del dios Urano (el cielo) y la diosa Gea (la tierra), que fueron vencidos por Zeus y desterrados al Tártaro.

El laberinto vuelve a la vida después de milenios gracias al dios Pontos (el Océano, hermano de Urano) por medio de una ánfora va rompiendo el sello que retiene a los 12 titanes en el Tátaro y restablece esta imponente fortaleza de un lugar de ruinas. El edificio tiene levitando a su alrededor 11 templos pertenecientes a los 11 titanes, sin contar a Cronos, unidos entre ellos por una delgada escalera que nace desde un borde de la fortaleza.

La fortaleza tiene unas dimensiones gigantescas y consta principalmente de un núcleo central de forma circular con diversas torres acabado en su parte superior en una gran torre con múltiples aristas. A su alrededor se disponen varios soportes, parecen ser 12, que se unen al núcleo para sostener la torre.

En el interior está la gran sala donde se reunen los titanes. En el centro de la sala hay una gran urna, la cual ha sido utilizada por Pontos para romper el sello de los titanes, y a su alrededor se disponen las 12 Soumas, las 12 armas-mantos de los titanes, cada una en un pedestal de la misma manera que se disponían las 7 scales de los generales marinos de Poseidón. La Souma de Cronos, el Megas-Depranon, no está al principio puesto que se encuentra sellado en el Santuario de Atena bajo la gran estatua de la diosa.

Cuando todos los titanes vuelven a la vida, hacen arder sus templos y el Laberinto de Cronos se inunda de llamas que llegan hasta el cielo y dibujan el Sello de los dioses. Como comenta Saga a Shaka, el brillo de ese sello será la negación de la humanidad y hará enloquecer de ira a todo ser viviente llevando al ser humano a la guerra. Precisamente ese es el objetivo de los titanes, que haya guerra por todas partes, es decir, la titanomaquia. El Sello de los dioses es un disco de luz proyectado en el cielo que representa a los 12 titanes; está dividido en 12 partes iguales que contienen la insignia de las 12 soumas.

Es muy curioso que el nombre de este templo sea El Laberinto de Cronos, puesto que según la mitología poco se conoce de un supuesto palacio o templo de Cronos y los titanes, y menos que tuviera un laberinto.

Un paseo por la mitología

Dice la mitología griega que los 12 titanes son hijos de Urano, dios del cielo, y Gea, la madre tierra, dos de los dioses primigenios, creadores de casi todo ser viviente en la Tierra. Urano era el rey del universo pero era un tirano y después de concebir a los titanes, los ciclopes, los hecatonquiros y demás seres los encerró en el tártaro para que no amenazaran su supremacía en el universo. Gea se sintió muy molesta por este hecho y alentó a los titanes, los hijos más fuertes y bellos, para que llevaran una conspiración contra su padre. Sólo el titán más joven, Cronos, quiso cumplir la voluntad de su madre y, armado con una hoz, cortó los testículos a Urano, hiriéndolo de gravedad y abandonó el trono del universo. No sin antes revelarle que estaba destinado a que un hijo suyo (de Cronos) le arrebatará el trono de la misma manera que lo había hecho él.

Con esto Cronos se convirtió en el nuevo rey del universo junto a su hermana Rhea y volvió a encerrar a los cilclopes y hecatonquiros del Tártaro. Pero siempre tuvo presente la advertencia de Urano por lo que todos los hijos que iba teniendo con Rhea literalmente se los comía. Démeter, Hera, Hestia, Hades y Poseidón acabaron directamente en el estómago de Cronos nada más salir a la luz. Esto provocó la ira de Rhea la cual urdió un plan con Gea. Rhea tuvo a Zeus en secreto en Creta y envió una piedra envuelta en pañales a Cronos, quien se la tragó sin darse cuenta del engaño. Zeus fué criado por la cabra Amaltea y una vez adulto hizo beber una poción de Gea a Cronos para que vomitara a sus hermanos. Todos ellos salieron del estómago de Cronos y seguidamente Zeus liberó a los cíclopes y hecatonquiros del Tártaro.

Entonces comenzó la llamada Titanomaquia, la gran guerra entre los titanes contra los hijos de estos y los ciclopes y hecatonquiros. El ejército de Zeus se instaló en el monte Olimpo y los titanes en el monte Otris. La batalla duró milenios y terminó con la derrota de los titanes, los cuales fueron enviados al tártaro. Según otras versiones, no todos los titanes fueron enviados al tártaro porque no todos participaron en la titanomaquia. Ya sabemos que en mitología griega hay muchas versiones de lo mismo...

Los templos de Cronos

No sabemos qué modelo o en qué se ha basado el autor de esa fortaleza que ha aparecido en el Episodio G. No se tiene constancia de muchos templos o palacios del dios-titan Cronos. Se sabe que en olimpia había un pequeño templo dedicado a Cronos, el Kronion, y una ladera que también tenía el nombre de Cronos.

Tambien hay escritos de un gigantesco palacio en el monte Otris, en Grecia, puesto que allí vivían los titanes en la titanomaquia. Actualmente no existe ningun rasto de posibles construcciones en ese lugar, por lo que seguramente son invenciones; algunas de ellas provienen de juegos de rol como el "Planescape", que una de sus fases incluye un asalto al monte Otris y al al palacio de Cronos y sus titanes, pero como hemos dicho será invenciones para ese juego.

Un lugar donde es seguro que hubo un templo dedicado a Cronos es la ciudad de Cádiz (España). Por testimonio de Plinio el viejo, en la época fenicia existía en la ciudad de Gadir (ahora Cádiz) un templo de Cronos, el kronion, que se identificaría con el dios Baal fenicio. Tras unos hallazgos submarinos se han encontrado restos de un capitel fenicio en los alrededores de la isla donde ahora se encuentra el Castillo de San Sebastián. En la isla de la foto estaría situado ese templo de Cronos; aunque siglos después ha habido varios templos y edificios militares griegos, romanos, musulmanes...uno construido sobre el otro hasta lo que es hoy, un castillo defensivo de la Edad Media que sirve de atracción turística.

Incluso en el tesoro de Príamo, hallado en las ruinas de Troya, se encontraron escritos referentes a un rey Cronos de la Altlántida. ¿Rey Cronos de la Atlántida? ¿Estaría el templo de Cronos de Cádiz dedicado al rey Cronos de la Atlántida y no al titán Cronos de la mitología griega? De existir la Atlántida su tiempo es anterior a la época Griega. Es posible que hubiera un rey llamado Cronos antes de que la mitología griega utilizara ese nombre para el dios de los titanes. Quien sabe...

Pero hubiera o no un templo de Cronos en este lugar, no parece que sea como la gigantesca fortaleza del Episodio G.

Análisis del templo

Si hubiera habido un templo de Cronos o conjunto de templos de los titanes de tales proporciones, seguramente habrían tenido aspecto de templo griego, es decir, algo parecido al Acrópolis de Atena. O si no, como los palacios y templos de los dioses olímpicos estaba en la cima del monte Olimpo y ningún humano los había visto, seguramente ningún humano vió el palacio o templo de los titanes en la cima del monte Otris.

Si miramos detenidamente al Laberinto de Cronos rápidamente nos damos cuenta de que no tiene nada que ver con ningún templo griego. Esas torres puntiagudas, esas vidrieras alargadas, esos arcos apuntados, esos arbotantes con sus contrafuertes que soportan todo el conjunto y sobre todo esa silueta de que se eleva hacia el cielo... ese estilo no es otro que el GOTICO. Podemos comparar el Laberinto de Cronos con las fachadas traseras de dos catedrales conocidas: Notre-Dame de Paris y Notre-Dame de Chartres.

Notre-Dame de Paris

Notre-Dame de Chartres

¿Se parecen bastante no?. Está claro que el autor se ha inspirado en el a veces tenebroso estilo Gótico para crear el Laberinto de Cronos. Aun así, su estilo no es de un gótico puro, tiene muchas influencias de otros estilos como los árabes, asiáticos, griegos y, aunque suene raro, "futuristas". Tiene formas muy complicadas sobre todo en la torre central para ser de épocas antiguas y además es circular, ninguna catedral gótica de la época era circular, todas tienen forma de cruz latina.

Pero lo más sorprendente no es que la fortaleza de los titanes se parezca mucho a las catedrales góticas de la edad media, más sorprendente que eso es el hecho de que casi todas las catedrales góticas de la edad media tenían un LABERINTO en su interior.

EL SELLO DE LOS DIOSES

El misterio de las catedrales

Se ha polemizado mucho acerca del sentido de esos laberintos en las catedrales. Los laberintos estaban construidos en el suelo con baldosas de colores y la gran mayoría de ellos fueron eliminados por sacerdotes de la época al considerarlos algo pagano. Uno de los mas famosos que han llegado hasta nuestros días es el que se puede observar en la imagen de la izquierda, el laberinto de Chartres. Se compone de toda una serie de círculos concéntricos que se repliegan unos en otros con infinita variedad. En el centro de esta figura, antiguamente se veía el combate de Teseo contra el Minotauro, en referencia al laberinto de Cnossos. Es una prueba de la infiltración de temas paganos en la iconografía cristiana.

Una de las explicaciones de la utilización de este símbolo es la existencia del llamado laberinto de Salomón, que es una figura cabalística que se encuentra al principio de ciertos manuscritos alquímicos y que forma parte de las tradiciones mágicas atribuidas al nombre de Salomón. Es una serie de círculos concéntricos, interrumpidos en ciertos puntos, de manera que forman un trayecto chocante e intrincado. La imagen del laberinto se nos presenta, pues, como emblema del trabajo entero de la obra, con sus dos mayores dificultades: la del camino que hay que seguir para llegar al centro y la del otro camino que debe enfilar el artista para salir de aquél; de la misma manera que hizo el héroe Teseo en el Laberinto de Cnossos, con el hilo de Ariadna.

Las catedrales góticas están levantadas sobre auténticos lugares de “poder” de la tierra. El planeta posee varias rejillas energéticas, algunas de ellas reconocidas por la ciencia, como las redes de Hartmann, y Curry, descubiertas, bueno, redescubiertas hace cincuenta años. De las demás rejillas sólo hablan los radiestesistas, entre los que se encuentran algunos científicos. A veces varias de estas rejillas coinciden en un punto, además de corrientes subterráneas de agua, y fallas tectónicas, lo que hace que esos puntos sean lugares especiales. Curiosamente, es justo en esos lugares donde están ubicadas las catedrales.

También, dentro de la catedral suele haber puntos de máxima energía, que suelen ser donde está ubicado el altar mayor, o en el crucero, o en las que lo tienen, en los laberintos del pavimento. Por ejemplo, en el famoso laberinto de la catedral de Chartres, se cruzan cinco corrientes subterráneas, más una falla, más unas rarísimas líneas dobles de oro (de la radiación del metal oro), más unas dobles de radiación plata; lo que hace de esta catedral un lugar único, con una energía equilibrada de muy alta vibración, sobre todo en la vertical del centro del laberinto. Además con sus once anillos concéntricos y sus trece metros este laberinto es el más grande realizado en una iglesia. A esto debemos agregar que en él ocurre un fenómeno único: la luz que inunda todos los días la catedral a través de sus vitrales, provoca el 22 de agosto (que se corresponde con el 15 de agosto, día de la Asunción en el calendario juliano utilizado en la Edad Media), un especial efecto: la figura de la Virgen situada en la vitrina occidental, es proyectada al centro del laberinto.

La altura del centro de la rosa es igual a la distancia que separa el laberinto del macizo occidental. Curiosamente, la rosa fue colocada en su lugar 20 años después que el laberinto.

Según un escritor, Charpentier (1973) en su libro opinaba que:

"Se ha hablado mucho de simbolismo a propósito de esos laberintos. Y esta fuera de duda que sea un símbolo alquímico, pero no puede dejarse de notar que el laberinto de Chartres (como tampoco el de Amiens o, antaño, el de Reims) no es, hablando con propiedad, un laberinto, en el sentido en que es imposible extraviarse en él, pues no tiene mas que "un camino" que conduce al centro. Lo cual indica que se tiene especial empeñó en que las gentes que se encaminan por el laberinto sigan por un trazado determinado; que recorran un camino y no otro. Y ese camino debía ser recorrido a un ritmo, según un ritual.

Pero el caminar ritual y no es caminar; ¡es danza! El laberinto es un camino de danza escrito en el suelo. Es una aplicación razonada de las virtudes de la ronda.

Reflexionemos. Nos encontramos en un lugar que ha sido escogido para la utilización por el hombre de una corriente telúrica que aflora, y que debe tener sumas analogías con las corrientes magnéticas. Ahora bien, es un resultado bien conocido de las corrientes magnéticas que todo cuerpo en movimiento en los campos de esas corrientes adquiere propiedades particulares. Es, incluso, el modo como se fabrica la electricidad, haciendo girar un rotor en un campo magnético, natural o artificial. Hacer girar a un hombre, de forma determinada, en un campo, será provocar en ese hombre acciones determinadas. El hombre llegado al centro del laberinto, tras haberlo recorrido ritualmente, tras haberlo "danzado", será un hombre transformado y, que yo sepa, en el sentido de una apertura intuitiva a las leyes y armonías naturales; a las armonías y a las leyes que él quizás no comprenderá, pero que sentirá dentro de sí, de las que se sentirá solidario y que serán para él el mejor test de verdad, como el diapasón es el test del músico".

Altar del dios caído

Este altar, situado en un lugar desconocido, contiene las Somas de los titanes que fueron sellados con sus almas y su cosmos. Pontos se persona allí para, poco a poco, romper los sellos que los retienen y coloca un recipiente de agua en el que observa el curso de los acontecimientos mundiales. Los cuerpos de los Titanes están presentes, incluido el de Cronos, aunque su Souma contiene su alma y su cosmos está en el Santuario. Más tarde descubrimos que el cuerpo de Hyperion también se encontraba en otro lugar, en Egipto, prisionero del dios Apofis.

Pontos libera a Jápeto, luego a Coeos. Cronos invoca en este lugar a un clan de gigantes para hacer ganar tiempo a los Titanes, y más tarde Pontos libera finalmente al resto de los titanes, justo antes de desaparecer, mientras estos se instalan en el Chronos Labyrinthos.

Los laberintos en la historia

El laberinto es el símbolo de gran fuerza en todo el mundo. Los primeros ejemplos se encuentran en la cuenca del mediterráneo. Los laberintos simbólicos más antiguos suelen adoptar la forma de piedras talladas cuya datación resulta difícil, las de Pontevedra (España) pueden remontarse al período del 900 al 500 a.C.C., y las de Vl Camonica (Italia), al del 750 al 550 a.C. Un laberinto tallado a la entrada de una tumba en Luzzanas, Cerdeña, puede quizás remontarse al 2500 o 2000 a.C., si es realmente contemporáneo a su tumba y no tallado con posterioridad.

Los textos antiguos hacen a referencia cuatro grandes laberintos: el de Egipto ubicado en el lago Moeris, el cretense, el griego de la isla de Lemnos y el etrusco de Clusis.

Según algunos escritores la gran proeza de los egipcios no fue la construcción de las pirámides, como generalmente se opina, sino su imponente laberinto. Lo construyeron cerca del lago Moeris, conocido actualmente con el nombre de Birkat Qarun (el estanque de Coré), al oeste del río Nilo y a 80 kilómetros al sur de la ciudad del Cairo. El nombre egipcio del monumento era de lapi ro hunt, que significa " templo a la entrada del lago", y de aquí viene el nombre griego de labyrinthos. También se llamó laberinto de Arsinoe, cuando Cocodrilopolis recibió este nombre, y por último, Casa de Carón.

Este laberinto se construyó en una época muy temprana de la historia egipcia, durante la dinastía XI. Fue el faraón Amenemhat III quien levantó este gran conjunto que además de residencia real comprendía las oficinas de gobierno y la sepultura del rey. Heródoto, historiador griego, que en el siglo V a. C vió este conjunto de monumentos lo describe así:

"si se reunieran bajo un solo aspecto todas las fortificaciones y construcciones de Grecia, tal conjunto parecería haber costado menos trabajo y gasto que el laberinto… se compone de 12 palacios cubiertos, sus puertas se abren unas frente a las otras; seis por el lado norte y seis por el sur; un muro exterior único reúne todas las construcciones. Las cámaras son dobles, unas subterráneas y otras al nivel del suelo; hay tres mil: mil quinientas por piso. Hemos visto y atravesado las cámaras altas…; sólo conocemos las inferiores de oídas…el paseo a través de las cámaras y los circuitos en torno a los palacios nos causaron mil sorpresas por su variedad, pasábamos de un patio a las salas, de estas a las galerías, de las galerías a otros espacios cubiertos y de las salas a otros patios, los techos de todas las salas son de la misma piedra que los muros; muros y techos están adornados con multitud de figuras esculpidas. Cada palacio tiene un peristilo interior de piedra blanca, admirablemente aparejada. A cada ángulo del laberinto hay una pirámide de unas cuarenta brazas sobre las que se hayan esculpidas figuras divinas; se penetra en ellas por un camino subterráneo".

Cuatro siglos después, Estragón otro historiador griego, describe el santuario funerario del rey levantado sobre una meseta. Al fondo del recinto se erguía una pirámide de ciento diez metros de altura. Delante, en dos filas, se extendía una serie de palacios agrupados de dos en dos, precedidos cada uno de un peristilo que se abría a un patio rodeado de pórtico poco elevados. Estos palacios eran tan numerosos como los nomos, y los sacerdotes de cada nomo tenían su palacio en el que se reunían para celebrar el culto del rey. Gran parte de él se encontraba en total oscuridad, y se dice que algunas de las puertas, cuando se abrían, hacían un ruido espeluznante.

Tras el declive de la potencia mundial egipcia, el laberinto fue despojado de las impresionantes columnas de granito rojo, las enormes losas y la piedra caliza, y todo esto se volvió a utilizar en otros lugares. Aunque servía, como ya hemos dicho, como centro administrativo para los reyes de Egipto, su verdadera función era de carácter religioso. Era un templo donde se ofrecían sacrificios a todos los dioses de Egipto. Las cámaras subterráneas donde se encontraban tumbas de reyes y de cocodrilos sagrados, no estaban abiertas al público.

A imitación del laberinto egipcio, los griegos construyeron el legendario laberinto de Creta. Según Plinio, era cien veces más pequeño que el de Egipto. Había sido construido por Dédalo, unos 130 años antes de Jesucristo, por orden del rey Minos, cerca de la ciudad de Cnossos y bajo de tierra y en él vivía el Minotauro, monstruo que se alimentaba de carne humana y al que dio muerte Teseo guiado en las tortuosidades del antro por el hilo de Ariadna, que le permitió encontrar la salida.

El laberinto de la Isla de Lemnos, según Plinio, construido según los modelos antiguos. Se diferenciaba por tener 150 columnas, elegantemente afincadas en el piso. Este laberinto fue construido por el arquitecto Rhokos y Teodoros.

Fue famosa también en la antigüedad la tumba de Porsenna, descrita por Plinio y construida en los últimos años del siglo VI a.C., en Clusis (Etruria). Tenía, al decir del citado autor, base cuadrada, era de piedra, de trescientos pies de lado por cincuenta de alto y estaba adornado con una pirámide en cada ángulo y otra en el centro con una altura de 150 pies por 75 de base y rematadas con unas bolas de acero con una especie de casco del que pendían numerosas cadenas y campanitas que sonaban al agitarlas el viento.

Conclusión

De toda esta información no se acaba de entender el porqué del nombre de Laberinto de Cronos al templo de los titanes en el Episodio G. De momento, no se ha visto ningún laberinto en el interior del mismo a pesar del aspecto de catedral gótica medieval que tiene. Tendremos que esperar a los próximos tomos del Episodio G para que nos desvelen el sentido de ese nombre y demás misterios que encierra.