El octavo círculo se divide en
diez recintos o fosas e, igualmente, la séptima prisión en diez
fosos con idéntico “contenido”.
(1) En el primero están los proxenetas y los que ejercieron la
prostitución siendo azotados, sólo Dante especifica que son demonios
los que se dedican a azotar a sus víctimas.
(2) En el segundo están los aduladores, hundiéndose... en excrementos.
(3) En el tercero los que usaron puestos de poder religiosos son
quemados por los pies.
(4) En el cuarto están los adivinos y falsos profetas con la cabeza
del revés.
(5) El quinto es el lugar de los políticos corruptos que sacaron
partido de su posición, los cuales se encuentran inmersos en brea
hirviendo.
(6) Es el sexto están los hipócritas con capas de plomo.
(7) En el séptimo están los estafadores siendo constantemente
mordidos por serpientes.
(8) En el octavo se queman las almas de los conspiradores.
(9) En el noveno están los conspiradores y sembradores de discordia,
a quienes se les corta infinitamente.
(10) Finalmente, el décimo y último está reservado para los falsificadores,
que están enfermos eternamente.
En el caso de la sexta prisión
se puede observar que es evocada con más detalle en la precuela
del manga Saint Seiya ~ The Lost Canvas.
La
autora Shiori Teshirogi sitúa algunos acontecimientos de su historia
en “La Gran Cascada de Sangre”, Chi no Daibakufu. 血の大瀑布 - (ちのだいばくふ),
una inmensa presa de sangre localizada entre el tercer valle de
la Sexta prisión y la primera fosa (malebolge en italiano, "malos
sacos") de la Séptima Prisión, de hecho la cascada conecta
la Sexta Prisión con la Séptima.
La
naturaleza de esta Cascada es propia del universo de Saint Seiya,
pues en la Divina Comedia tan sólo es la prolongación del río
Phlégéton. Se precisa que está formada por los dolores de los
difuntos pecadores que yacen en el Inframundo, la sangre y las
lágrimas concentradas de los pecadores y criminales caídos en
el Hades.
Sapindus, el árbol del Inframundo
Según el manga precuela
Saint Seiya ~ The Lost Canvas, desde los tiempos de la mitología
un frondoso árbol, concretamente un sauce (Sapindus), de particular
importancia, que crece en la Sexta Prisión del Hades, en la parte
superior de la gran cascada, y se alimenta de la sangre procedente
de la gran catarata. Es la única forma de vida en el Meikai, y
debe su existencia al Octavo Sentido.
El
Sapindus se describe como la única entidad viviente del estéril
Inframundo, el resto del territorio de Hades es, obviamente, oscuro
y desolado. Aunque no debemos olvidar los campos de Asfódelos
de la mitología ni la zona florida donde vivían Orphée y su amada
Eurydice petrificada.
Tengan
en cuenta que esto es una pura invención del universo de Saint
Seiya (no hay mención de ningún árbol en La Divina Comedia).
En
la Divina Comedia de Dante Alighieri, entre el tercer y último
valle del sexto círculo del infierno (recordemos que el infierno
en esta obra es descrito como un enorme conjunto de círculos concéntricos,
y a medida que se va hacia el centro, más se desciende en la oscuridad)
y las malebolge (“malos sacos" en italiano, un lugar donde
los pecadores son divididos en diez bolsas, cada una para un castigo
diferente), que constituyen el séptimo círculo, existe una cascada
de sangre.
El árbol de los infiernos
se denomina Mokugenji. 欒樹 - (モクゲンジ) “También llamado el Acederaque,
Melia Azedarach o Árbol de la China o incluso Árbol Barniz. El
término tiene relación con el concepto Mokuroji. 木欒子 - (もくろじ)
o bien 無患子 “Saponaria” o “Jabonera”, que es un tipo de planta.
El árbol del Inframundo
representa esta planta en Lost Canvas, el único en todo el Meikai
que produce frutas, Golden Rain Fruits [木欒子の実: Mokurenji no Mi].
Existen diversas acepciones a la pronunciación lo cual lleva a
varias romanizaciones: Mokugenshi, Mokugenji, Mokkansu, Mokuroji.
Y para los siguientes kanjis 無患子 su representación es Mokugenshi.
También se conoce a su árbol como Árbol del Paraíso (a pesar de
que en la animación esté en el medio del Inframundo).
Mokuroji= 木欒子 = (Así se
lo presenta en la ova 7 de LC) y se lo nombra como "Mokugenji"
(pero no sabemos por qué) Koelreuteria paniculata; es la planta
con la cual se hacen las cuentas de los Juzus (rosarios budistas),
en realidad sus kanjis típicos son 欒樹.
Mokugenshi = 木槵子= "Arbol
de la China del Inframundo". En español conocido como Jabonera,
Saponaria, Sapindus, etc.". El término Sapindus usado para
denominarlo así sólo es como decir "felinos". Hay un
montón. El "Sapindus mukurossi" es un árbol muy parecido,
aparecido en la ova, cuyos frutos son idénticos a los mostrados
por Asmita. Lo único oficial con respecto al nombre de árbol es
que se usan los kanjis 木欒子 cuya romanización es "Mokuroji"
pero es nombrada como "Mokugenji". En fin. Puede que
sea una forma alternativa de nombrarlo.
En el siglo XVIII, siguiendo
las instrucciones del maestro Hakurei, la expedición formada por
Yuzuriha, Silver Saint femenino de la Grulla y Yato, Bronze Saint
de Unicornio, toman un pasaje secreto situado en las cercanías
del Yomotsu Hirasaka que los lleva directamente a este lugar.
Allí han de traer de vuelta el alma de Tenma, Bronze Saint de
Pegaso de la época, y escalar la montaña próxima a la Gran Cascada
para llegar al árbol que crece allí, que debe su existencia al
Octavo Sentido y se alimenta de la sangre, siendo la única forma
de vida en el infierno, produce unos frutos cuyas substancias
minerales son opuestas a los Surplices que permiten capturar el
corazón de aquellos protegidos por la esencia de los Surplices.
Los frutos han absorbido de la cascada el poder de Hades: vida
donde debe haber muerte. Los protagonistas recolectaron 108 frutos
y los llevaron a Jamir, donde Asmita, Gold Saint de Virgo de la
época, se sacrifica mediante el uso de su máximo Cosmo para confeccionar
el rosario de las 108 cuentas (Juzu o aksamala) con los frutos
del Mokugenji, accesorio capaz de sellar las almas de los espectros
y prevenir su resurrección. Los guerreros de Hades a esa altura
no podían ser vencidos porque mediante el poder de Hades tenían
la capacidad de revivir cuantas veces fuera necesario. Con la
ayuda del rosario, ya que una vez muertos los Specters sus almas
vagabundas no vuelvan al infierno sino que se alojen en una de
las esferas. Es una trampa para las almas.
Citas
en The Lost Canvas
Capítulo
25 Páginas 1 - 2
Yuzuriha: "Desde los tiempos de la mitología esta sangre
era absorbida por el gran arbol. Desde que el árbol está entre
los habitantes del Inframundo, la muerte no ha exitido para ellos"
Capítulo
32 Páginas 4 - 5
Hakurei: "Estos frutos son los únicos seres con vida que
pueden permanecer en el Inframundo, es una de las sustancias que
se encuentra en el mineral del Inframundo con el que están hechos
los Surplices. Las almas de los espectros son selladas en sus
Surplices para ser protegidas y convertirse en armas."
Además Tenma tiene en la
misma cascada su combate de fe contra el espíritu del Gold Saint
Asmita de Virgo, quien lo había proyectado ahí para guiar al joven
por el camino del Séptimo sentido. El despliegue de energía provocado
por el despertar de Tenma al séptimo sentido permite que crezcan
muchos frutos en el árbol antes de que este sea destruido.
En sus meditaciones, Asmita
entendió que para poder sobrevivir en el infierno este árbol sagrado
estaba "dotado" de Cosmos, pero un Cosmos de intensidad
extrema, que se manifiesta en sí en el octavo sentido - que Shaka
de Virgo, en el siglo XX, llamó ‘alayashiki’. La planta se fue
apropiando de ese poder a través de las semillas de sus pequeños
frutos, que los Saints de Atenea descubrirán como medio para evitar
que el ejército de Hades permanezca inmortal - después de todo,
el árbol del infierno, al estar vivo, es la antítesis del mineral
misterioso que son los Surplices, que permiten a sus usuarios
no ser eliminados por la muerte. Por esta razón las semillas del
árbol tienen el poder para sellar las almas de los 108 guerreros
de Hades.
Este rosario será transmitido
en la generación moderna y Shaka, el actual Gold Saint de Virgo,
lo custodia. Este collar es muy similar al usado por los budistas
y que estos utilizan para recitar los mantra durante sus oraciones.
Lógico, ya que Shaka es a veces considerado como una encarnación
del Buda histórico. En Saint Seiya, el número de cuentas (108)
es, por supuesto, una referencia al número de Specters del ejército
de Hades, y por lo tanto a los 108 males que escaparon de la caja
de Pandora según la leyenda.
En realidad, este es un
árbol que se encuentra en todas las regiones cálidas templadas
y tropicales del planeta, existe una gran variedad india, el Sapindus
mukorossi que crece en las estribaciones de la cordillera del
Himalaya, lo que puede haber inspirado por sus frutos el de Saint
Seiya.
El Sapindus mukorossi o
árbol del jabón es una especie originaria de América Latina, de
clima tropical y subtropical. La corteza, raíces y frutos se utilizan
en medicina popular como sedantes, astringentes, diuréticos, expectorantes,
tónicos, depurativos de sangre y contra la tos. Las nueces de
la especie Sapindus mukorossi, han llegado a ser una alternativa
popular a los detergentes químicos manufacturados. Esta especie
en concreto, también se usa en medicina como expectorante, emético,
contraceptivo, anti-epiléptico, y como alivio contra la migraña.
También se encuentra en la lista de hierbas y minerales ayurvédicos
(la medicina natural y tradicional india basada en el uso medicinal
de las plantas) donde se usa como tratamiento de eczemas y psoriasis.
El fruto, de unos 2 cm de
longitud, sirve para lavar la ropa (jabón natural), por poseer
saponina, cuyas principales características son detergentes, sustancia
con propiedades similares al jabón (de ahí el nombre árbol del
paraíso). Una vez recogido el fruto de la Saponaria, las nueces
se secan y se pelan, separando las cáscaras, La saponina se disuelve
en contacto con el agua caliente y funciona como un jabón natural
que limpia produciendo una espuma muy ligera y sin olor, ya no
es necesario usar suavizantes. La ropa queda muy suave y con un
olor muy agradable. Además preserva los colores. Con saponina,
sí es posible bañarse en un río o lavar la ropa en él. Como no
contamina y es natural, flora y fauna estarán a salvo. Además
es totalmente biodegradable.
El árbol crece en India
y en Nepal donde se utilizan desde hace siglos como detergente.
Las mujeres indias usaban sus nueces para lavarse el pelo, el
resultado era un cabello suave y brillante. Sapindus o Saponaria
es un género de unas doce especies diferentes de arbustos y pequeños
árboles perteneciente a la familia Sapindaceae. Todos contienen
saponina. Por otra parte, se utiliza en las arborizaciones urbanas.
Obviamente, es por las propiedades
astringentes y de limpieza de la saponina que se encuentra en
los frutos que Shiori o Kurumada pensaron en utilizar las semillas
de este árbol para crear el rosario japamala de Asmita, como un
método de "limpieza" contra las huestes del mundo de
los muertos, considerado por los japonés como de suciedad insoportable
para los seres vivos, pues la muerte, para ellos, lleva consigo
el estigma de la impureza, como se puede ver en el mito de Izanami
y Izanagui (Ver ficha de Deathmask).
Sólo por curiosidad: las
semillas del árbol Sapindus, negras y duras, fueron utilizadas
antiguamente por los niños en Brasil como canicas. Cuando empezaron
a ser fabricadas bolas de vidrio, estas semillas se abandonaron
muy pronto.
12.-
Séptima Prisión (第七獄(プリゾン), Dai nana purizon)
Dividida en 10 Fosas llamadas Malebolge, Cárceles de
mármol
|
La
7ª prisión fue zapeada en Saint Seiya, no vimos a los Saints
atravesarla. Según el mapa del Meikai del volumen 24 del manga
es la mayor de todas las prisiones del infierno y está formada
por 10 fosas, está basada o se corresponde con el 8º círculo
de Dante en el infierno, que se divide en 10 valles concéntricos
denominados fosas o malebolgias ("malos sacos" según
la Divina Comedia) hechos de piedra y de color ferruginoso.
Es el propio infierno dentro del infierno, pero Seiya
y los otros Saints no tuvieron que pasar por aquí.
Daishichi
Prison. 第七プリズン → (だいしちプリズン) “La Séptima Prisión”.
En
el centro de dicha planicie se abre un pozo bastante ancho y
profundo. El espacio que queda entre la dura cerca y el pozo
es redondo y está dividido en diez valles o recintos cerrados
semejantes a numerosos fosos. De acuerdo a las obras en el mundo,
las almas de los condenados caen en una de las 10 fosas de ese
lugar.
Los
Specters guardianes de esta prisión son desconocidos.
Las
10 fosas o malebolge, asignadas para diferentes penas cada una,
albergan toda clase de estafadores, cada fosa acoge una categoría,
es donde son enviados los corruptos, las prostitutas, los hipócritas,
los ladrones y otros. Los castigos son los más diversos.
Séptima
Prisión (Las diez fosas)
.-
Primera Fosa 一の壕(マルボルジェ) - ichi no maruboruje: castigo de los
rufianes y seductores, aquellos que han participado en el comercio
de la prostitución y los vendedores
de esclavos, son azotados
con latigazos.
.- Segunda Fosa 二の壕(マルボルジェ) - ni no maruboruje: castigo a los
aduladores y cortesanos, son sumergidos en un pozo con excrementos
de animales
infernales, de olor repugnante y pestilente.
.- Tercera Fosa 三の壕(マルボルジェ) - san no maruboruje: castigo a los
simoníacos o falsos maestros de la religión, aquellos que utilizaron
los puestos sagrados para realizar maldades son quemados con
velas y cocidos en candelas
.- Cuarta Fosa 四の壕(マルボルジェ) - yon no maruboruje: castigo a los
falsos predicadores, profetas, adivinos y brujos, aquellos que
nunca dejaron de utilizar trucos extraños, vagan en parejas
embozadas, con la cabeza al revés, espalda contra espalda, sin
poder orientarse, y deambulan en la confusión, sus cuellos
son torcidos y sus cabezas son
giradas 180 grados mientras lloran lágrimas de sangre de arrepentimiento
y deambulan por toda la eternidad
completamente desorientados.
Nota: Esta fosa es donde Griffon Vermeer quería lanzar a Cáncer
Deathtoll en el manga Next Dimension.
.- Quinta Fosa 五の壕(マルボルジェ) - go no maruboruje: castigo a los
morosos, corruptos y prevaricadores o sobornadores deshonestos
que trafican con la justicia, los que robaron dinero en sus
trabajos o recibieron sobornos son sumergidos en una charca
de alquitrán hirviente en ebullición mientras los demonios malignos
arponean sus cuerpos. (Según el funcionamiento de la técnica
de sombras del Specter Violate de Behemoth en el manga precuela
Saint Seiya ~ The Lost Canvas es de aquí de donde procede el
alquitrán que ella utiliza).
.-
Sexta Fosa 六の壕(マルボルジェ) - roku no maruboruje: castigo para los
hipócritas, que son obligados a caminar eternamente
mientras soportan pesadas capas o mantos de plomo dorado.
.- Séptima Fosa 七の壕(マルボルジェ) - nana no maruboruje: castigo a
los ladrones y asaltantes, son picados y mordidos por serpientes.
.- Octava Fosa 八の壕(マルボルジェ) - hachi no maruboruje: castigo a
los intigadores,
malos
consejeros y conspiradores,
son incinerados y arden
hechos llamas.
.- Novena Fosa 九の壕(マルボルジェ) - kyū no maruboruje: castigo a los
escandalosos, cismáticos y herejes, alborotadores y sembradores
de discordia, son todos ellos son cortados y acuchillados indefinidamente.
.- Décima Fosa 十の壕(マルボルジェ) - jū no maruboruje: castigo a los
charlatanes, falsificadores y falsarios, los alquimistas, sus
cuerpos son cubiertos y devorados continuamente por la lepra.
Se les pudre el cuerpo y se le llena de hongos, la desesperación
hace que se arranquen solos sus carnes, sus
cuerpos permanecen en descomposición, llenos de moho y rasgados.
Algunas
descripciones de las torturas administradas dentro de las diez
fosas difieren extrañamente de las dadas en la Divina Comedia.
A veces, se trata de simplificaciones (los mantos de plomo y
oro de la Sexta fosa se convierten en pesados abrigos), pero
hay dos casos aparte:
- La Tercera Fosa: las víctimas ya no están colocados en el
suelo, como velas, sino que arden sobre velas. ¿Kurumada se
equivocó, o bien se inspiró en una traducción errónea de la
Divina Comedia?. La traducción occidental del manga dice que
los pecadores son "amañados de dos cabezas, una mirando
hacia adelante y otra hacia atrás." Se trata de un error
de traducción del Kana, la versión japonesa menciona una cabeza
inclinada hacia atrás.
FOSA número 1: acoge
a los seductores.
Aquí se encuentras encerrados y condenados a ser azotados
con latigazos aquellos seductores que vendían o comerciaban
a las mujeres. Dante descubre allí dos filas de los condenados
desnudos, avanzando hacia los dos acólitos, y los otros en la
dirección opuesta pero más rápido, la multitud es azotada constantemente
por los demonios. Al mirarlos Dante observa la presencia de
Caccianemico, un boloñés que habría sido pagado por un marqués
para que le entregara a su hermana, que ya se había prometido
a otro, por ello está condenado al sufrimiento eterno. Al igual
que Jasón quien, habiendo abandonado a Medea, abandona a Hypsiphyle
que estaba sola y embarazada, la abandona a su triste suerte.
(Pasaje correspondiente de la Divina Comedia:
Canto XVIII, parte de los infiernos)
FOSA número 2: acoge a los aduladores.
Los aduladores son arrastrados por el líquido de
la cascada de sangre, los pervertidos son enterrados en basura
y residuos. Estos se sumergen en un pozo de olor repugnante
y pestilente, Dante reconoce a Alessio Intermini de Lucques, un
halagador de todo lo posible, sus mentiras incansables le condenan
a este pozo.
(Pasaje correspondiente en la Divina Comedia:
Canto XVIII, parte de los infiernos)
FOSA número 3: acoge a los simoníacos
(aquellos que venden o compran beneficios, favores)
El principio del suplicio de esta fosa es el siguiente: los condenados
por
abuso de poder ejerciendo una profesión sagrada,
aquellos que cometieron crímenes por medio de su empleo
sagrado, que han aprovechado sus creencias religiosas y los mandamientos
sagrados en beneficio propio o para intereses personales, son
quemados cocidos en candelas y encadenados en candelabros,
son colgados por las piernas en la plataforma y cuando un "sucesor"
llega al infierno, lo sustituye en su ubicación.
Dante y Virgilio se encuentran a Simon el Mago, quien
a pesar de (como su nombre indica) sus muchas habilidades en la
magia, intentó adquirir el don de hacer milagros a los
apóstoles. Los condenados son colgados en una especie de
mesa o superficie plana agujereada en forma de círculo
"una lívida roca traspasado por mil agujeros",
donde los simoníacos son colgados cabeza abajo (para simbolizar
su olvido del cielo y de Dios) con sus cuerpos al aire solamente
a partir de las piernas. Estos son perpetuamente "lamidos"
por lenguas ardientes de fuego. Hay uno que sufre y lucha más
que los otros: es Nicolás III (condenado por haber abusado
de los privilegios adquiridos por su título papal, no vendía
las indulgencias sino que beneficiaba a sus próximos de
lo que le daba la Iglesia).
(Pasaje correspondiente en la Divina Comedia:
Canto XIX, parte de los infiernos)
FOSA número 4: acoge a los adivinos
y brujos
Los falsos adivinos culpables de mentir, los que hicieron
falsos actos divinos, vagan en parejas embozadas espalda contra
espalda, uno hacia adelante y otro hacia atrás, tienen
atada su cabeza al pecho y van de derecha a izquierda, con la
cabeza baja y volteada hacia los demás.
Dante y Virgilio llegan ante una masa de condenados que
llora, estos fueron invertidos y caminan hacia atrás para
la eternidad. Perciben a Anfiaraus (uno de los reyes que sitiaron
Tebas, siendo divino, había predicho que iba a morir, por
lo que intentó huir de la batalla, pero la tierra se abrió
y se lo tragó para siempre) y Tiresias, que pudo cambiar
de sexo golpeando de un solo golpe dos serpientes entrelazadas.
Perciben también a diferentes astrólogos como Michael
Scot Bonatti.
(Pasaje correspondiente en la Divina Comedia:
Canto XX, parte de los infiernos)
FOSA número 5: Acoge a los sobornados
y prevaricadores (los que vendieron la justicia o que violaron
grave y deliberadamente sus deberes).
Los corruptos y corrompidos que cayeron en la malversación
nadan en una charca de alquitrán hirviente en ebullición,
arponeados, golpeados, azotados y torturados por los diablos.
Al llegar a la quinta fosa, Dante se sorprende al
verla sumida en la oscuridad, nota, poco después, un enorme charco
en ebullición, donde los condenados son arrojados. Un ángel negro
aparece con un infeliz sobre sus hombros colgado por los pies,
y lo echa en el líquido (es un veterano de Lucca, donde "por
oro, todo es blanco o negro"), intenta remontar a la superficie,
pero los demonios presentes lo repelen una y otra vez empujándolo
al pozo de fuego. Entonces Virgilio aconseja a Dante que se aparte
mientras habla con los demonios, estos últimos al verlo se vuelven
amenazantes y engañosos, Virgilio los interpela diciendo que uno
de ellos debe escuchar lo siguiente y luego podrán golpearlo si
quieren: un demonio llamado Malequeue se avanza y le pregunta
qué es, Virgilio le contesta (como muchas veces en este libro),
que no iría a aventurarse a las tinieblas si no estuviera escrito
en el cielo que debe atravesar el infierno con un alma aún viva
(Dante). Tras estas palabras, los demonios se sienten frustrados
y terminan por dejarlos marchar, dándoles incluso una escolta
de diablos acompañantes para el viaje.
(Pasaje correspondiente en la Divina Comedia:
Canto XXII, parte de los infiernos)
FOSA número 6: Acoge a los hipócritas.
Los hipócritas y falsos son condenados a caminar
continuamente envueltos con una manta pesada de plomo a la espalda.
Dante está preocupado y se lo expresa a Virgilio,
que le responde que él también está preocupado y que pronto escaparán,
los demonios vienen a atraparlos. Virgilio toma el brazo de Dante
y juntos logran huir hacia el sexto hoyo, donde los demonios,
funcionarios del quinto hoyo, no pueden entrar. Allí ven una procesión
de muchas almas que llevan vestidos largos, que exteriormente
parecen de oro, pero por dentro están hechos de una capa gruesa
y muy pesada de plomo. Como siempre, Virgilio y Dante preguntan
a los condenados que les cuenten su historia, dos hombres se acercan
pesadamente (dada su carga) son dos hermanos (monjes que supuestamente
alivian el sufrimiento de los débiles y restauran el orden público,
y que por el contrario se divirtieron con placeres diversos y
variados ...) siendo posteriormente elegidos magistrados supremos
por la República y, aunque eran de las facciones enemigas, se
unieron, corrompidos para expulsar a los gibelinos de Florencia.
Dante también se encuentra con Caifás, crucificado (el sumo sacerdote
que aconsejó la muerte de Cristo, pues él dijo: "Es mejor
que uno muera por todos y no todos por uno").
(Pasaje correspondiente en la Divina Comedia:
Canto XXIII, parte de los infiernos)
FOSA número 7,
el nido
de serpientes: Acoge a los ladrones, que son condenados a yacer rodeados
y atacados por serpientes.
Al principio del canto se narra la difícil
transición hacia la séptima fosa y el cansancio
de Dante, que empieza a decaer. Virgilio mediante un discurso,
lo galvaniza y reemprenden su viaje hasta la fosa, que estaba
llena de serpientes de todo tipo, pululando en la cavidad y acosando
a los condenados, que no tienen refugio en ese pozo oscuro, corren
aterrorizados y asaltados por los reptiles.
Cuando las serpientes tocan y envenenan a una víctima,
esta inmediatamente se enciende y se quema, reducida a cenizas,
pero estas renacen como el ave fénix, el condenado, inexorablemente
se levanta, poseído por la confusión, mira y suspira,
Virgilio le pregunta su nombre, es Vanni Fucci, quien robó
muchos ornamentos de la Iglesia y que acusó injustamente
a inocentes, estos fueron ahorcados. Al final del canto, Fucci
predijo (de nuevo) el próximo exilio de Dante y la derrota
de los blancos, hecho que revolucionó Florencia en esa
época.
Al final de su discurso Fucci levanta las manos hacia
el cielo y desafía a Dios maldiciéndolo, enseguida una serpiente
se enrolla alrededor de su cuello, y otra se le ata las manos,
privados de la palabra y sus brazos, huye corriendo. Poco después
llega un centauro en cólera que pregunta que había pasado con
el blasfemo, el centauro en cuestión es Caco, que, como cuenta
Virgilio, después de haber abandonado a Hércules, derramó mucha
sangre, y salió en busca de Fucci. Luego, tres espíritus aparecen
de repente, uno de ellos es rodeado por una enorme serpiente,
que se aferra a él de pies a cabeza como la hiedra, lo muerde
y le atraviesa las dos mejillas, estaban tan conectados que no
se podía distinguir entre uno o el otro durante el abrazo de modo
que, finalmente, las dos cabezas no formaban más que una sola,
el condenado, desfigurado, marchó también. Uno de los dos restantes
es atacado por una serpiente de fuego en el ombligo, y él también
se ve transformado en una serpiente.
(Pasaje correspondiente en la Divina
Comedia: Cantos XXIV y XXV, parte de los infiernos)
FOSA número 8,
las llamas
infernales:
Reservada a los malos consejeros. Los conspiradores que
en vida han urdido intrigas y complots son condenados a quemarse
eternamente en un infierno de fuego y llamas.
En el suplicio del fuego a los condenados, Dante
y Virgilio reconocen a Odiseo y Diomedes, Dante le suplica a Virgilio
poder ir a entrevistarlos, Virgilio le responde que sí, pero será
él quien les hará preguntas, porque teme que los griegos "desprecien"
la lengua de Dante. La pareja pasa cerca de ellos, Virgilio los
interpela, Ulises explica que, aunque él y sus compañeros tenían
edad elevada, se embarcaron en una última cruzada hacia el oeste,
y al ver una gigantesca montaña que se elevaba hacia el cielo
(el Purgatorio) Ulises galvanizó a sus tropas para un último viaje,
pero dado que ningún ser humano puede llegar el Purgatorio, el
mar estalló y tragó su barco.
Tras reunirse con Ulises se encuentran con otro personaje
resplandeciente: Guido da Montefeltro, quien fue un político muy
hábil de la época, y cuando decidió retirarse y convertirse en
monje, Bonifacio VII le pidió consejo, Guido intentó negarse,
pero el Papa le prometió las llaves del Paraíso si le daba consejo,
entonces aceptó y su consejo tuvo repercusiones terribles sobre
muchas personas inocentes, y cuando murió Guido, Santa Francisco
de Asís vino a buscarlo, pero un demonio negro lo reclamó citando
el consejo equivocado que había dado a Bonifacio, y fue llevado
a los infiernos.
(Pasaje correspondiente en la Divina
Comedia: Cantos XXVI
y XXVII, parte de los infiernos)
FOSA número 9:
Acoge a aquellos que por sus opiniones y malos consejos
han dividido a los hombres, a los alborotadores que en vida
sembraban la discordia. Aqui son troceados y laminados sus cuerpos.
La
fosa está llena de condenados mutilados, el primero que se presenta
a Dante es el profeta Mahoma, cortado en dos y en vertical "desde
la garganta hasta la cintura”, sus intestinos cuelgan y caen al
suelo, y cuando sus heridas cicatrizan, se les reabre a los condenados
el cuerpo con una espada. También está allí el abad Dolcini, quien,
perseguido por su obispo, decidió huir a las montañas, con cinco
mil de los suyos para inventar su propia doctrina, Clemente V
lanzó un ataque contra él y lo hizo quemar, pero Dolcini y sus
compinches tenía alimentos en el frío y la nieve, Clemente V se
fue con las manos vacías, y mientras tanto Dolcini fortificó y
afirmó su territorio.
(Pasaje correspondiente en la Divina
Comedia: Cantos XXVIII
y XXIX, parte de los infiernos)
FOSA número 10:
Acoge a los alquimistas, los falsificadores, estafadores,
maestros en mentiras o fraude y los charlatanes de todo tipo.
Aquí son condenados a arañar el suelo, ven sus cuerpos pudrirse
y su piel se les enrojece y corroe de picores y llagas.
Dante y Virgilio llegar a la fosa final, de donde
salen gritos inmundos e insoportables, un olor pestilente emerge,
como el de los cuerpo gangrenados. Y, de hecho, todos parecen
estar afectados por la lepra, los acólitos llegar ante
dos condenados sentados, que se rascan sin cesar, para sacarse
en vano la corteza horrible que los cubre. Allí van a Griffolino,
falsificador de moneda y alquimista, que fue denunciado y enviado
a la hoguera. Dante también se encuentra con Capocchio,
un compañero de estudios a quien le gustaba estafar a todo
tipo de personas, y llevar a cabo investigaciones sobre la Piedra
Filosofal, lo que le valió el verdugo.
También
se encuentra en esta fosa Gianni Schicchi, quien se hizo pasar
por Bose Donati (que murió sin testamento), se puso en
su lecho de muerte para dar a Simon (su padre) su rico patrimonio.
Para darle las gracias a Schicchi, Simon le dio una hermosa yegua.
Entre
algunos falsificadores, allí estaban el maestro Adam, que falsificó
florines para los condes de Romen, y para su propio beneficio,
fue descubierto y quemado. Y entre los mentirosos: estaba Sinon
(espía griego de la Guerra de Troya, fue él quien convenció a
los troyanos para que aceptaron el caballo) y Putifar, que trató
de seducir a José, y lo envió a prisión.