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SAINT SEIYA <-> TOLKIEN
¿Qué similitudes hay entre Saint Seiya y la obra de Tolkien?

Fuente : FORUM LES AILES IMMORTELLES
forum/web franceses sobre Saint Seiya y el Señor de los Anillos

Posts autoría de Phoenlx (Francia)

...traducidos y adaptados al castellano para los fans de habla hispana
por Tauro Aldebarán (España)

INTRODUCCIÓN

La obra “El Señor de los Anillos” es una montaña de fantasía en la literatura (y ahora una trilogia cinematográfica espectacular) y Saint Seiya es otra montaña de manga y animación japonesa, con muchos puntos en común, aunque a priori se pueden señalar muchas más diferencias que coincidencias.

¿Qué similitudes hay entre Saint Seiya y la obra de Tolkien?.

En primer lugar, antes de abordar los grandes temas de la historia, lo que salta a la vista, es la evidente relación con la mitología.

Saint Seiya es un manga que tiene sus raíces en la mitología griega, aunque globalmente todas las grandes mitologías del mundo están representadas, el autor (Kurumada) se inspiró en muchas cosas, y los guionistas de la caricatura animada añadieron otra capa más, especialmente a través del capítulo de Asgard que (como su nombre indica) está lleno de parábolas de la mitología nórdica: la Edda poética.

Fanarts de Trident (Bélgica) - Hilda de The Ponk (Francia)

Hay personajes que tienen nombres con connotaciones wagnerianas (Siegfried, Alberich, Mime, que lleva el nombre de un famoso enano de los mitos germánicos, o el guerrero divino Thor, Hagen etc.) y la trama general del escenario evoca la historia del anillo de los Nibelungen (adaptada a ópera músical por Wagner). Las armaduras de los guerreros divinos tienen formas que evocan las grandes criaturas de la mitología nórdica: la serpiente de Midgard (Jormungand), o el lobo Fenrir del Ragnarok, Sleipner, el caballo de 8 patas de Odin etc. También hay alusiones al combate mítico de Siegfried contra el dragón Fafner etc. Y recurrentes alusiones al dios Odin, al árbol Yggdrasil etc.

De la misma manera, Tolkien se inspira de la mitología nórdica para sus historias.

La historia del Señor de los Anillos y la invención del anillo de poder con características maléficas, objeto de lujuria y corrupción, que pueden afectar incluso al corazón más puro (como Frodo), es similar en muchos aspectos a anillo de los Nibelungen, también maldito según la mitología nórdica.

En Saint Seiya, el anillo de los Nibelungen (que lleva en realidad el mismo nombre) es colocado en el dedo de la princesa Hilda de Polaris, gran sacerdotisa de Asgard, que se vuelve maléfica, y eso provoca una guerra entre los guerreros divinos y las fuerzas del ejército de Atenea (los héroes de la historia).

En la obra de Tolkien, el anillo de Sauron tiene más o menos las mismas características.

Hay muchos otros homenajes de Tolkien a la mitología nórdica, en el Señor de los Anillos y El Silmarillion: recordemos las similitudes entre el lobo Carcharoth del Silmarillion, por ejemplo, y el terrible Fenrir (Fenrir: también personaje de Saint Seiya, una especie de personaje forajido, un amigo de los lobos y criado por ellos). Podríamos, incluso, evocar algunos personajes de Tolkien del Silmarillion como el pequeño enano Mime, en la historia de los hijos de Hurin. Algunos dragones (como Glaurung y Smaug) también parecen inspirados en el dragón Fafner de la mitología nórdica, y se podrían multiplicar los ejemplos.

Pero así como Saint Seiya no hunde sus raíces en la mitología nórdica (lejos de ello: la obra es muy rica y multifacética, y contiene muchísimas referencias a las mitologías griega, romana, egipcia, a la Bíblia e incluso a Tolkien, pues sí ^ ^, hay guiños a Tolkien en Saint Seiya, en particular a través del personaje espectro Rune de Balrog) Tolkien también se inspiró en otras mitologías además de la nórdica (y de la "Edda), podemos citar entre ellas a la mitología finlandesa, la historia de Beowulf (recientemente llevada a la pantalla en 3D) y el Kalevala (mitología finlandesa).

Sentimos de inmediato algunos puntos de convergencia en el "método" de los dos autores (Kurumada para “Saint Seiya”, y Tolkien para su universo de “El Señor de los Anillos”), a fin de desarrollar historias emocionantes, inspiradas fuertemente en los grandes mitos, pero a pesar de todos con un profundo toque personal (Saint Seiya como el universo de Tolkien no son sólo bellas mezclas de mitologías, son mucho más que eso y cada uno es una verdadera invención).

A menudo se dice que Saint Seiya es un "mito de los tiempos modernos" en muchos sentidos, y que el mundo de Tolkien aparece ante los aficionados como una especie de mitología particular, una especie de mitología que faltaba en Europa (específicamente en Inglaterra, Tolkien esperaba, en todo caso, alcanzar esa meta).

EL SILMARILLION Y EL HYPERMYTH

Otro gran punto de convergencia que a menudo concierne a ambos recitos es su génesis cosmogónica, el Silmarillion de JRR Tolkien y el Hypermyth de Saint Seiya.

En el universo de Tolkien, el Silmarillion es la historia milenaria de la Tierra Media desde la creación del Universo durante la Gran música de los Ainur por Eru (el gran dios único, creador y demiurgo); historia que adopta la forma de una novela compleja, a la vez densa y que usa una profunda poesía y un espíritu épico increíble, es realmente el centro, el corazón y el alma de toda la labor del escritor británico, más aun que “El Señor de los Anillos” (aunque este último a veces es más popular entre los lectores por el hecho que es una historia menos extendida en el tiempo y más completa en relación con determinados acontecimientos de la gran historia : la guerra del anillo que pone fin a la 3ª Edad de la Tierra Media en este caso).

En Saint Seiya existe el fascinante Hypermyth, un "proyecto" mucho menos ambicioso que el Silmarillion para el universo de Tolkien (el trabajo de toda una vida de JRR Tolkien, comenzó a componerlo al final de la Primera Guerra Mundial hasta su muerte en 1973) pues es un texto "banal", se podría decir, publicado en un Artbook asociado a la obra, que se lee en unos pocos minutos.

Pero, no obstante, este texto es fundamental para apreciar la historia, la Gran Historia de Saint Seiya, y, como el Silmarillion, se adhiere al origen del universo y a todos los grandes eventos épicos que se han producido desde el origen de los tiempos hasta la era moderna de la historia del manga: entre ellos múltiples "guerras santas" o guerras sagradas entre los ejércitos de Atenea y los ejércitos de otros dioses dispuestos a tomar la Tierra: Poseidón, Ares y Hades. Esta historia, como su nombre lo indica, es un "Hyper" Mito, es construido de esta manera con el fin de englobar los otros grandes mitos de la humanidad, incluidos algunos de los principales acontecimientos bíblicos, o la cosmogonía de la mitología griega. Como tal, el autor no duda en ocasiones a cambiar los mitos a discreción para vincular los acontecimientos entre sí, incluso añadiendo algunos delirios (los dioses del Olimpo están presentes en la base como seres humanos que han despertado el "Big Will", poder presente de manera difusa en el universo desde el comienzo de los tiempos y el Big Bang, un poco inspirado en el chi chino; del mismo modo, las principales divinidades o grandes profetas como Jesúcristo, Buda, etc están presentes como seres que han despertado el Big Will. Es audaz pero eficaz ^^).

En ambos casos (el Silmarillion y el Hypermyth) estas obras iluminan la historia moderna, y cualquier fan digno de ese nombre debe conocer los detalles: Saint Seiya pierde una parte de su sabor si no sabemos nada de esa época lejana o que las armaduras están inspiradas en constelaciones y fueron creadas por los alquimistas del continente de Mu, o si no se sabe nada del origen de la isla de la reina de la muerte sobre la que se entrena el caballero del Fénix, etc.

Del mismo modo, “El Señor de los Anillos”, aunque es fascinante aparece menos profundo si no se conocen las historias de la lejana isla de los reyes (Númenor), sede de los antepasados de Aragorn o la historia de Beren y Luthien (a quien Aragorn y Arwen hacen eco, pero de manera menos hermosa) todo toma un sentido mucho más sutil, sobretodo si se tiene conocimiento de la cosmogonía, la historia de la creación del mundo a través de la música de los Ainur, hermoso símbolo que muestra hasta que punto Tolkien estaba también fascinado por la Bíblia y la visión cristiana que había. En muchos sentidos la historia del comienzo del Silmarillion parece inspirada en el Génesis de la Biblia, pero que nota la influencia politeísta - los Valar que son los Ainur que "descienden" sobre la joven Tierra virgen para forjarla y poblarla de animales, de vegetación, para preparar la llegada de los hijos de Illuvatar (los elfos y los hombres) pueden ser vistos como los dioses de ciertas mitologías con características similares (el gran Manwe evoca un poco al Zeus griego; Yavanna, la diosa de la vegetación nos trae un pequeño recordatorio de Demeter, la diosa griega, etc)

LA NATURALEZA PROTECTORA Y EL MENSAJE ECOLOGISTA

Existe arraigada en Tolkien una visión profundamente ecologista, perceptible a través de los escenarios de la naturaleza donde ocurren sus relatos. Una naturaleza personificada, con árboles que hablan (los ents), una naturaleza que Tolkien amaba profundamente, quizás sea ella el personaje más importante de sus obras, notablemente en el señor de los anillos.

El tema ecologista del medio ambiente también está presente en Saint Seiya (aunque un poco "ahogado" en medio de muchas otras cosas), pero se puede percibir constantemente, en particular mediante el diluvio que desencadena Poseidón (basado en el diluvio bíblico), con el que el dios de los mares trata de castigar a los hombres por sus pecados, pero Atenea, diosa misericordiosa de la serie, amante de la humanidad, a pesar de sus defectos, buscará sacrificarse para salvarlos.

Algunas imágenes del tsunami casi recuerdan esa naturaleza que se rebela contra la locura de los hombres, y se incluyen imágenes modernas de nuestra época que reflejan indirectamente grandes desastres ambientales.

En Saint Seiya, como en Tolkien, también es recurrente la imagen tan fuerte de la naturaleza frágil y efímera, pero que intenta sobrevivir incluso en los lugares más áridos y mórbidos, y que devuelve la esperanza a los héroes. La pequeña flor que crece en las áridas tierras de la isla de la reina de la muerte, que recuerda a Ikki la memoria de su amada Esmeralda, el campo de flores que rodea el lugar de los amores de Orfeo y Eurídice, en el corazón del infierno inspirado de Dante, en el Capítulo del Meikai.

Tolkien usa este mismo símbolo de la naturaleza protectora frente a los seres maléficos como Morgoth y Sauron, los cuales, animados por una especie de sed de vacío, símbolo del más horrible nihilismo, buscan a menudo destruir la naturaleza para satisfacer sus ansias de poder: la tierra de Mordor es estéril, “tierra envenenada que 10.000 hombres son superarían" (dixit Boromir); Saruman, por las necesidades de su ejército, no dudó en destruir el bosque de Fangorn (que acaba por rebelarse, en un hermoso mensaje y gran lección a retener para todos los promotores de destrucción de la selva amazónica y otros, y la preparación de un futuro envenenado para nuestros hijos).

Así pues, esta preocupación por el medio ambiente está presente en ambas obras, pero podemos decir que en Tolkien toma un carácter fuerte y emotivo, y aparece íntimamente conectada con la esencia de su obra.

EL ÁRBOL YGGRDRASIL Y LOS ÁRBOLES GEMELOS DE VALINOR

¿Recuerdan la última imagen de la segunda película (la película de Asgard, la guerra de los dioses), en la que se ve un gran árbol que los héroes contemplan, bañado por luz a través de sus ramas después de la batalla?

Este árbol hace referencia al Yggdrasil, el árbol del mundo en la mitología nórdica.

En la mitología nórdica, Yggdrasil o Yggdrasill es el Árbol-mundo. Su nombre significa literalmente "X de lo temible" lo temible (YGG) designa al dios Odin. Yggdrasil es representado como un enorme fresno con tres raíces que conectan tres mundos (Asgard, Midgard y Niflheim). Es en cierto modo la estructura del mundo y nunca muere. Sobre él reposan los nueve mundos, divididos en tres niveles:

En el nivel más alto:

* Asgard, el reino de los dioses Ases, donde se encuentra el Walhalla;
* Vanaheim, el reino de los dioses Vanes;
* Lightalfaheim o Ljösalfheim, Tierra de los Elfos o Elfos de la Luz;

En el nivel central:

* Midgard, el reino de los hombres;
* Jötunheim o Utgard, el Reino de los Gigantes;
* Svartalfheim, el Reino de los Enanos (o Elfos Oscuros);

En el nivel más bajo:

* Niflheim, el mundo de hielo y la niebla;
* Muspellheim, el mundo del fuego, vigilado por el gigante de Surt;
* Helheim, el mundo de los muertos.

Aunque existen variaciones a esta división.

Como anécdota, uno de los mundos precitados: Midgard (que corresponde al mundo de los hombres) "tierra del medio", literalmente, es lo que inspiró a Tolkien para sus historias con el término "tierra media" para describir el principal continente de Arda o en el lugar donde se desarrollan la mayoría de acontecimientos en su obra “El Señor de los Anillos” y “El Silmarillion”.

Midgard es también, en Saint Seiya esta vez, el nombre del guerrero divino usurpado por Hyoga, con su armadura de color rojo en la segunda película (La Guerra de los Dioses):

Se puede apreciar como la armadura de Hyoga / Midgard tiene la forma de una serpiente, que se corresponde con la serpiente de Midgard (Jormungand), la serpiente gigante de la mitología nórdica que rodea el mundo (Midgard) con sus anillos, esta famosa serpiente que Thor derrota según la leyenda. En la teleserie, lógicamente, Midgard se convierte en el emblema de Thor, el guerrero divino, y eso es lo que representa la armadura divina de gamma.

En Tolkien, en El Silmarillion y El Señor de los Anillos, este gran árbol podría haber inspirado los 2 árboles gemelos que se encuentran en el continente de Aman (en Valinor) el paraíso situado al oeste de la tierra media donde habitan los Valar (los dioses de Arda, la Tierra)

Estos árboles fueron creados por uno de los Valar (dioses de Valinor): Yavanna (la diosa de las cosas que crecen) y que ofrecen al mundo su luz. De hecho, jugan el papel que más tarde asume el sol (la estrella del día) y la luna (la estrella de la noche) una vez creados en el año 1 de la Primera Edad. Aquí están las palabras del Silmarillion que describen su creación por Yavanna:

"En este momento, dos frágiles brotes aparecieron sobre la colina y un silencio cayó sobre el mundo. No se oía ningún otro ruido que el canto de Yavanna y, a través de esta canción, los brotes crecieron, más altos y más bellos, y llegaron a prosperar. Así nacieron los dos Árboles de Valinor, de todas las obras de Yavanna los más famosos y aquellos cuyo destino es inseparable de los viejos tiempos".

Los dos árboles nacen en la colina de Ezellohar en Valinor, del lamento de Yavanna que llora las creaciones destruidas por Melkor. Cada uno de los árboles inundó el mundo con la luz a través de su propio ciclo, y los Valar empezaron a contar los años de su reinado. Los dos árboles se denominan Telperion y Laurelin.

Estos dos árboles fueron un día manchados por Morgoth y la araña gigante Ungolianth, durante la fiesta de la cosecha de fruta que agrupa a todos los habitantes de Valinor sobre Taniquetil, Melkor (Morgoth) se dirige hacia Ezehollar en compañía de Ungoliant. Hiere profundamente a cada uno de los árboles y Ungoliant beber su savia, mientras los deseca con su veneno. La luz de los dos árboles desaparece, ya no existen más que en el interior de los Silmarils, las joyas forjadas por Feanor.

Esto tiene muchas consecuencias trágicas en el futuro, ya que este odioso acto no sólo sume al mundo en la oscuridad, los Valar y los Elfos de Valinor caen en una profunda desesperación, pero también provoca el juramento de Feanor, de trágicas consecuencias, y fuente de muchas batallas durante los milenios siguientes.

Sin embargo, a pesar de la muerte de los dos árboles, gracias al canto de Yavanna y los lloros de Niena (otra mujer Valar), los dos árboles acaban por dar una flor y una fruta antes de morir. Santificados por Manwe (el jefe de los Valar), fueron colocados en los buques construidos por Aulë y confiados a Varda (la diosa de las estrellas y el cielo, esposa del Manwe), por lo que la flor y el fruto se convierten en la Luna y el Sol. Es también el comienzo del calendario de la Tierra Media, el año 1 de la Primera Edad. En cuanto a los dos árboles, sus troncos sin vida siguen estando por encima de Valinor.

Deben saber que mucho más tarde, durante la creación de Númenor, la gran isla en forma de estrellas donde iran a vivir los reyes de los hombres (los antepasados de los reyes de Gondor y de Aragorn), como un don hacia los hombres, los elfos del reino inmortal les trajeron una raiz de un árbol (que se llamará Nimloth) y los primeros reyes de Númenor la harán crecer como un símbolo de su realeza y esplendor del reino. Este árbol era un descendiente de telperion, uno de los dos árboles de inmortales de Valinor, de carácter sagrado.

Nimloth murió más tarde, cuando Sauron llega a la isla y decide quemarla, pero Isildur, uno de los hombres que sigue siendo fiel a los Valar, consiguió salvar un fruto del árbol, lo santificó e hizo crecer un nuevo árbol. El fruto germinó y creció secretamente en los jardines de Romena, cuando la primera hoja se abrió en la primavera, Isildur, que había sido gravemente herido cuando salvó la fruta, fue curado de sus heridas.

Cuando la isla se hundió, el árbol murió, pero a su vez, Isildur logró llevarse una raíz a la Tierra Media, y el árbol floreció de nuevo en el reino de Gondor, en el patio de Minas Ithil donde residide Isildur. El árbol se convirtió en el símbolo del reino de Gondor, representado en la bandera en particular.

Pero cuando Sauron regresó a la Tierra Media, lideró un ataque súbito y tomó Minas Ithil (que más tarde se convirtió en Minas Morgul, la base de los Nazgûl), destruyendo el árbol blanco de paso. Isildur escapó, sin embargo, se llevó otro brote.

En el año 2 de la Tercera Edad, Isildur plantó la raiz del Árbol Blanco en Minas Anor (que más tarde se convertiría en Minas Tirith). Este árbol se prolongará hasta el año 1636 de la Tercera Edad, cuando la Gran peste asoló Gondor, diezmando la población y matando al rey Telemnar y sus hijos. Un tercer brote se plantado en T.A. 1640 por el rey Tarondor. Esta subsistirá hasta el año 2852, año de la muerte del Superintendente Belecthor II. No se pudo enontrar otro brote en aquella época. Por lo tanto, el árbol quedó en estado hasta su muerte.

La llegada del cuarto árbol blanco es más o menos conocida por los lectores de “El Señor de los Anillos”: Cuando Aragorn se convierte en rey después de la guerra del anillo, descubre (con la ayuda de Gandalf) un brote del Árbol Blanco en las laderas del Monte Mindolluin, muy por encima de la ciudad, y la planta respetuosamente en su lugar. El viejo árbol, muerto, es retirado de la corte, pero es colocado en la Tumba de los Reyes con todos los honores debidos a un difunto monarca. El brote florecerá en junio del año T.A. 3019.

El descubrimiento del brote no está representado en la película de Peter Jackson “El Señor de los Anillos: El retorno del rey” (2003). Aunque, se ve que el árbol florece de nuevo sigilosamente durante el asedio de Gondor, poco antes de la llegada de Aragorn en los buques negros.

El mito del árbol Yggdrasil inspira las leyendas del Silmarillion y los escritos de Tolkien. En la mitología nórdica el universo está compuesto de capas superpuestas y unidas por medio de este gigantesco árbol.

Lerad, un águila, vive en lo alto del árbol, en los cielos, y se alza en sus ramas. Es el "brazo derecho" del dios Odin, ya que supervisa el mundo desde las alturas y presenta informes al gran dios de todo lo que sucede.

Se puede ver un paralelismo con Tolkien y las grandes águilas de Manwe; Manwe es el rey de los Valar, los dioses de Valinor, y desde el pico más alto de Valinor Taniquetil lo ve todo!. Sus atributos, un poco como Zeus en la mitología griega, son las águilas. Ellas son, de alguna manera, sus ojos: Se trata, obviamente, de las grandes águilas que intervienen en particular en El Señor de los Anillos, por ejemplo, para salvar a Frodo y Sam de la erupción en la montaña del destino, o las águilas que salvan a Bilbo y los enanos en “Bilbo, el hobbit”: Estan Landroval, y Thorondor, el señor de las águilas, o Gwaihir que salva a Gandalf en la torre de Orthanc: son las águilas de Manwë.

En las profundidades del mundo, allí donde se hunde la raíz del Yggdrasil, monstruos y demonios lo roen, ya que la muerte de Yggdrasil causaría la caída de los dioses.

La muerte del árbol universo que significaría el colapso de los dioses recuerda lo que sucede en el Silmarillion con la muerte de los dos árboles de Valinor (manchados por Morgoth y Ungoliant) lo que provoca un gran y largo letargo a los Valar. Fue una declinación gradual, una especie de caída, primera caída de los dioses de Arda (que gradualmente pierden interes por los asuntos de elfos y hombres) y una caída posterior de los elfos para dar lugar a una dominación de los hombres. La noción de decadencia y colapso, la noción de la nostalgia, es muy fuerte en Tolkien, y se pued eponer en paralelo con el Ragnarok de la mitología nórdica. La muerte del árbol Yggdrasil provoca la caída de los dioses.

LOS VALORES MORALES

Podríamos multiplicar los paralelismos, incluso al nivel de los temas principales: la valentía, la abnegación, sobrepasarse, ir al límite del esfuerzo y de sus limitaciones, esas son lecciones finalmente recurrentes y comunes a muchas grandes historias, pero particularmente conmovedoras en Saint Seiya a través de la lucha desesperada de estos jóvenes huérfanos contra los dioses egoístas, a menudo mucho más poderosos que ellos, o en Tolkien a través de la odisea de Frodo, dando sentido a la máxima de Galadriel que podría resumir el Señor de los Anillos: Incluso la persona más pequeña puede cambiar el curso del futuro.

UN HERMOSO MENSAJE DE ESPERANZA

Esperanza! Otro tema recurrente en ambas historias. Esta "esperanza de locos" que menciona Gandalf en la víspera de la gran batalla de Minas Tirith, esperanza desesperada, pequeña chispa lista para vacilar en cualquier momento.

Esta esperanza es un símbolo recurrente en Saint Seiya, donde los jóvenes saints nunca se dan por vencidos, incluso martirizados y casi reducidos a chatarra, podemos pensar en su calvario durante su lucha contra la caballeros de oro y todos los combates posteriores, la batalla más desesperada probablemente sea la del capítulo del infierno (el Meikai), como las palabras escritas en el arco de entrada al reino de Hades lo recuerdan: “Aquel que cruce este umbral perdera toda esperanza”.

Guiño evidente a Dante y la Divina Comedia. Pero nuestros héroes irán hasta el límite de ellos mismos y nunca abandonarán esa ínfima chispa de esperanza que los habita y algunos llegarán hasta sacrificarse por su causa ante el muro de los lamentos, que no se parece al de Jerusalén, pero como el verdadero muro venerado por los judios será sinónimo de lágrimas, de sufrimientos, pero, en última instancia, de la concretización de esta loca esperanza de los llevará a superar su causa incluso en las profundidades del infierno, a fuerza de sacrificio y esfuerzo, y contra todo pronóstico.

En este sentido, Saint Seiya, como los mundos de Tolkien, está marcado por una sucesión de emociones que no pueden dejar a nadie indiferente, ya sea por la belleza de este mundo frágil que nos gustaría conservar o por todas estas heroicas batallas, a menudo parábolas de nuestras propias batallas contra la adversidad en la vida cotidiana. Estos héroes de Saint Seiya y de Tolkien, somos nosotros mismos, luchando contra la enfermedad o el nazismo de la Segunda Guerra Mundial. El anillo de los Nibelungen en el dedo de la mano de Hilda y el anillo de Sauron, Señor de los Anillos, son instrumentos de poder que enloquecen a los dirigentes del mundo y hacen bascular al mundo en la locura y el caos.

PERSONAJES AMBIGUOS

En Tolkien, como en Saint Seiya, el maniqueísmo está ausente: los personajes son complejos, más allá de los estereotipos, nunca completamente perfectos, a menudo invadidos de dudas y defectos junto a sus cualidades, nunca completamente nihilistas, ni siquiera los peores de entre ellos. Encontramos un poco eso en Tolkien a través de la ambigüedad de personajes heroicos como Feanor y sus descendientes en el Silmarillion, o Boromir y su debilidad por el anillo.

Tanto en Tolkien como en Saint Seiya, los adversarios de los héroes a veces parecen más emotivos que los propios héroes, podemos considerar a los guerreros divinos de Asgard, cuyas trágicas muertes finalmente nos deja llenos de melancolía, ninguno de ellos merece ese destino (excepto tal vez el falso Alberich).

ESPECTROS Y NAZGÛL

Aunque parece un poco justo, cabe preguntarse si Kurumada no pretendió hacer un enlace con Tolkien y sus espectros.

Lo que nos hace afirmar esto es el nombre y apariencia que toman al principio del Junikyu, incluyendo los renegados, estas especies fantasmales de personajes con ropa oscura y capuchas negras para evitar su identificación. ¿No les recuerda otros fantasmas famosos?. los Nazgûl, bajo el disfraz de caballeros negros, los espectros humanos sirvientes del anillo, o Ulairi en el señor de los anillos.

Fanart de Carlos Alberto Lam Reyes (Perú)

No sería muy sorprendente que Kurumada hiciera un pequeño homenaje a Tolkien, en realidad lo hace en otros pasajes (como el Balrog y el puente de Khazâd Dum a traves del espectro Rune en el capítulo del infierno) además, tanto los espectros de Tolkien como los Kurumada se inspiran de la actual imagen de la muerte, con su guadaña .. Sabemos que Kurumada se ha muy inspirado mucho en la fantasía heroica y sus criaturas (incluidas las tolkienianas) para sus espectros.

Hades y Sauron tiene mucho en común, representan el mal, la muerte, el deseo de esclavizar a los pueblos libres. Sauron no tiene cuerpo físico, Hades es la misma cosa vagamente, puesto que no se atreve a utilizar su cuerpo mitológico y no tiene ningún cuerpo real.

Tanto Sauron como Hades emplean el engaño como arma para esclavizar. Hades promete a Pandora y los renegados una vida mejor cuando los hombres desaparezacan de la tierra, y una vida eterna, cuando en realidad busca el caos para construir su propio imperio y dominar sin compartir. Sauron, en la base, corrompe a los Nazgûl (que eran antiguos reyes de los hombres) les dan los anillos de poder mintiéndoles acerca de sus verdaderas intenciones, ya que luego pretende utilizar el anillo único para dominarlos a través de los anillos.

La historia del único punto débil de Shiryu (y Siegfried) al bajar su guardia que deja desprotegido su corazón durante una milésima de segundo, evoca una escena culto de Bilbo el hobbit (el libro de JRR Tolkien precuela del señor de los anillos). En ocurrencia, el pasaje conocido en el que el gran dragón Smaug incendia la aldea de Esgaroth, y es alcanzado en su único punto débil por la flecha de un valeroso arquero, una zona situada en el vientre y no protegida.

De hecho, ambas historias (Saint Seiya y Tolkien) parecen inspirarse de la mitología nórdica y de la leyenda de Siegfried, héroe que pudo derrotar al dragón Fafner explotando una debilidad similar, Siegfried obtiene del monstruo que ha matado su invulnerabilidad y su punto débil. Es divertido constatar que es Bilbo quien descubre el punto débil de Smaug cuando visita su caverna invisible gracias al anillo, y que transmite el secreto a un pájaro parlante que lo susurra a Bard cuando este sólo tiene una flecha para abatir al monstruo. En Saint Seiya el rol de mensajero de la información durante el combate contra Siegfried es asumido por Shiryu, que confia la victoria a Seiya revelandole el punto débil de Siegfried antes de desvanecerse por las heridas.

Esta debilidad de los dragones a nivel del vientre se percibe en muchos recitos de fantasy (juegos de rol, a menudo inspirados en historias de Tolkien) y animes como Lodoss u otras historias.

MITOLOGÍAS ESPECIALES

Por todas estas razones, Saint Seiya y el mundo de las obras de Tolkien, en muchos aspectos, se superponen, no sólo por el enlace a la mitología nórdica.

Saint Seiya también aporta en una serie de guiños (un poco como un juego de pistas), diseminados por el autor en la fantasía en general y no sólo tolkieniana. Saint Seiya está realmente abierta a un montón de otros universos si sabemos apreciar sus referencias.

Más allá del simple enlace con algunos mitos conocidos, el mundo de Saint Seiya, como el mundo de Tolkien, tienen esta rara particularidad de formar por sí mismos mitologías a parte, pues sus respectivos autores (Tolkien y Kurumada) no han hecho un "copiar pega" de los mitos.

Mucho más que eso, ellos tienen sus respectivos mitos, mezclando múltiples fuentes e influencias, con su propia inspiración, para formar verdaderas mitologías independientes. Saint Seiya no es un plagio de la mitología griega (y, en ocasiones, la Bíblia, la mitología egipcia o nórdica para Asgard etc), sería una obra ridícula entoncesa. Es una mitología aparte, que no duda en ocasiones en mezclar elementos de otras de vez en cuando, de manera que puede ofender a los puristas, para transgredir la mitología. Muchos personajes son más bien mezclas de personajes de la mitología. La Pandora de Saint Seiya recuerda a la vez la Pandora de la mitología griega y a Persephone, la esposa de Hades. Pero ella es más profundamente única. Atenea es una diosa que en Saint Seiya evoca a la diosa griega de la sabiduría y las artes de guerra, pero la Atenea de Saint Seiya evoca sobretodo a Jesucristo debido a su personalidad, a través de su misericordia, los ejemplos son numerosos.

A título de ejemplos, he aqui varias diferencias mitológicas en Saint Seiya :

- En la mitología griega Perseo salva a Andrómeda del monstruo marino enviado por Poseidón, petrificándolo con la cabeza de Medusa, mientras en Saint Seiya el saint de Perseo petrifica al saints de Andrómeda con el escudo de Medusa.
- En la mitología griega el escudo de Atenea tiene el poder de Medusa (su cabeza) y en Saint Seiya no es el caso, tiene poderes curativos.
- En la mitología escandinava Alberich y Mime son enanos, pero no en el anime.
- En la mitología escandinava Hagen mata a Siegfried, en Saint Seiya son dos grandes amigos y guerreros de Asgard.
- En la mitología escandinava Thor utiliza el martillo Mjollnir y no dos hachas.

Se podrían citar similares transgresiones en Tolkien quien a menudo se inspira en la Biblia, los mitos celtas y nórdicos, pero que se los reapropia, Tolkien va mucho más lejos que Saint Seiya y no duda en cambiar los nombres (mientras que en Saint Seiya muchos nombres son los mismos que en los mitos verdaderos: Atenea, Hades, Poseidón, Orfeo, Pandora, Eurydice ...) Tolkien, aparte de unos pocos ejemplos de enanos como MIME (Mime también es un personaje de Saint Seiya), pocos personajes tienen nombres realmente calcados de los mitos, pero por contra muchos se inspiran de ellos.

Cada autor, en cualquier caso, busca hacer suyos grandes mitos de la humanidad, para dejar algo profundamente nuevo y único.

Lo que es fascinante y confiere a estas obras y sus universos ficticios un rango de "mitos de los tiempos modernos" (mitologías en sí mismas, poderosas en simbolismos y temáticas, mitologías tan fascinantes a conocer como lo es la verdadera mitología griega, escandinava o de otro tipo).

El sueño que Tolkien confesó era establecer una mitología para Inglaterra, y su Silmarillion (el señor de los anillos es sólo la última etapa de la historia) se articula entorno a ese deseo.

De hecho la mayoría de los principales mitos y leyendas de los pueblos de la humanidad son a menudo reapropiaciones. Cada mito tiene una base común con otros, algunos son variantes de mitos o leyendas de mosaicos más antiguos, a veces síntesis. Existen algunas similitudes entre ciertas leyendas celtas y bretonas, como el mito de la espada Excalibur de los cuentos de Arthur, y algunos pasajes de la mitología nórdica entorno a la espada Balmung de Odin.

En Saint Seiya, tanto el mito de Excalibur como el de Balmung se han incluido (en diferentes contextos, y por supuesto dispuestos a servir a la historia y al guión propio de dibujos animados ya que Excalibur se usa en los pasajes relativos al gold Saint de Capricornio, mientras que la espada Balmung interviene en el capítulo de Asgard, ausente del manga y propio del anime).

En Tolkien, en algunos cuentos del Silmarillion (esa gran precuela del legendario señor de los anillos) se encuentran también espadas que parecen inspiradas de las espadas de la famosa mitología nórdica o bretona.

Cada mito de la humanidad se mezcla, interfiere, inspira a menudo a otro. A pesar de que evidentemente hay algunas excepciones, es una norma frecuente, que se explica fácilmente a través de la mezcla de los pueblos y de las civilizaciones en la historia. Es particularmente interesante entender cómo el Kalevala, la obra poética que los finlandeses consideran como su mitología fue construida.

La misma Biblia funciona así (aunque ello pueda ofender a algunos creyentes un poco "extremistas") y analizándola profundamente podríamo encontrar mitos y leyendas más lejanos de pueblos del Oriente Medio que inspiraron algunos pasajes. El Dios monoteísta de los judios y cristianos está en sí mismo, probablemente inspirado en otros dioses más ancianos. Aunque para algunas personas a veces es un poco difícil de verlo así, es en cualquier caso fascinante ver las cosas así pues ello ayuda a ver esos grandes recitos con un punto de vista diferente, con un ojo más crítico sin implicar menoscabo alguno de la maravilla e interés que pueden suscitar algunos textos. No da la impresión que algunos relatos bíblicos como el de Moisés abriendo el mar y otros de este estilo no se inspiraran en algún personaje histórico.

Visto desde ese punto de vista, el mundo de Saint Seiya y el de Tolkien respectivamente, son muy hermosos y profundos pues presentan finalmente su mitología especial, inspirada en la verdadera mitología, pero muy diferente y única. Para cualquier persona apasionada por los mitos y leyendas, el estudio de estas obras de la literatura y el mundo de fantasía de Japanimation, respectivamente, es una experiencia fascinante.

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