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NOTA: En lo que se refiere a los personajes añadidos por el anime, no hay ninguna indicación oficial de su edad, peso, altura etc.. Freya / Flare. (フレア, pron. jp. Furea) es la hermana pequeña de Hilda de Polaris. Después de ser la primera persona (aparte de Alberich) que se da cuenta del cambio drástico de personalidad de su hermana, ella busca a Saori y sus Saints para que la ayuden. Tras liberar a Hyōga de la cárcel (él había sido enviado como explorador a Asgard y fue capturado) y huir con él es calificada como traidora. Ella estaba profundamente entristecida por la batalla, ya que no quería que Merak Hägen, su guardaespaldas y mejor amigo de la infancia, y Cygnus Hyōga, su primer amigo entre los Bronze Saints. Tanto en el film 2 como el la teleserie dedicados a Asgard, está presente un personaje femenino inspirado en Freyja (Flare en la saga del anime, y Freya en la oav), diosa del amor, la fecundidad y la fertilidad en la mitología escandinava. En la mitología nórdica Freya era una diosa mayor, rubia de ojos azules, era la mas bella de todas las diosas, diosa del amor, la belleza, la fertilidad y la fecundidad. Era la hermana del dios Frey. ETIMOLOGÍA DEL NOMBRE : Freya : Su nombre se inspira en Freya, la diosa del amor y la belleza en la mitología nórdica, aunque en el doblaje occidental se cambió su nombre a Flare e incluso Flame. ESTADÍSTICAS DEL TAIZEN : Al ser un personaje exclusivo del anime no dispone de ficha en el “Taizen” (Enciclopedia of Saints) que es una recopilacion de datos del manga exclusivamente. TÉCNICAS DE COMBATE : Flare no posee poderes ni capacidades de guerrero, no dispone de cosmos, pero como todas las mujeres de Asgard tiene una considerable resistencia al frío. Ella conoce perfectamente el palacio real y el reino, y por supuesto los guerreros divinos del Norte. PERFIL PSICOLÓGICO : Flare nació en una familia noble de Asgard, sería la hermana menor de aquella que algún día se convertiría en una sacerdotisa de Odín y regente del reino, es decir, Hilda de Polaris. Esta situación le permitió vivir una infancia fácil y feliz, en su mayoría dedicada a los juegos y al entretenimiento. Su amigo favorito era un niño llamado Hagen, con quien pasó muchos días, jugando con la nieve, y comenzó a desarrollar un profundo afecto por él. Poco a poco, los años comenzaron a pasar, y Hagen decidió iniciar un entrenamiento para convertirse en un God Warrior de Asgard y así proteger a Flare y su tierra en caso de emergencia. Flare, delicada y sensible, respeta su decisión, pero temía por sus duras condiciones de formación, sobretodo porque Hagen decidió entrenarse en un lugar insólito de Asgard: una cueva volcánica donde las altas temperaturas eran difíciles de soportar. Varias veces, la niña fue a ver su formación para animarlo y curarlo cuando se hería, temiendo siempre por su vida. De todos modos, Flare nunca dejó de apoyar a Hagen para que lograra su objetivo y se convirtiera en un guerrero divino. Con los años, la relación entre Hagen y Flare se freforzó mucho y se hizo muy intensa, incluso si la chica aun no estaba del todo segura de sus propios sentimientos hacia el amigo que vivía con ella en el palacio. Adolescente, pero todavía confiada en la paz de Asgard y convencida ingenuamente que nunca serían necesarios sus guerreros, Flare continuó pasando tiempo con él, Hilda y Siegfried, otro guerrero divino mayor que Hagen, za quien la muchacha ya conocía por su reputación dado que había logrado matar al dragón que asoló el norte del país, y con su humedecimiento en la sangre de la bestia su piel se había hecho invulnerable. A pesar de su corta edad, Flare era consciente de los problemas relacionados con el clima glacial en el norte de Asgard, pero había aprendido a aceptar y disfrutar de los pocos y raros días de primavera. También durante esa época, Flare había oído hablar de Atenea, la diosa de la justicia que gobernaba las tierras soleadas de Grecia y sus Caballeros del Zodíaco, que acababan de salvar la paz en la tierra después de una guerra entre sus propias filas. Estas historias la inspiraron, llevándola a confiar en Atenea, aun no habiéndola conocido personalmente. Poco a poco, Flare empezó a conocer a otros posibles guerreros divinos que frecuentaban el palacio, entre los cuales uno llamado Alberich. Cuando este último fue expulsado por Hilda haberla engañado y traicionado con la astúcia de la que estaba dotado, Flare, por compasión, trató de convencerlo de que pidiera perdón a su hermana, pero Alberich, impulsado por el orgullo, se negó. Poco tiempo después, extraños sucesos ponen fin a la paz de Asgard. Una noche, Flare se dio cuenta que en el dedo de Hilda un extraño anillo de oro que nunca antes había visto, y la mujer había cambiado casi simultáneamente de actitud, mostrando sus nuevos deseos de conquista y declarando la guerra a Atenea para obtener territorios más cálidos para su pueblo. Inmediatamente Flare sospechaba que se había producido un cambio, y trató en vano de hacer entrar en razón a Hilda, a continuación, trató de convencer a Hagen y Siegfried que no la siguieran, pero ambos la ignoraron, obligados por los deberes relacionados con su rango. Hilda dejó de ejercer sus funciones hacia Odin y como resultado el hielo de Asgard y los Polos había empezado a deshacerse con el consiguiente aumento del nivel del mar, causando inundaciones y desastres. Cuando la guerra contra Atenea ya parecía inevitable, Flare desesperada volvió a hablar con Hilda, sin embargo, esta la hizo encerrar en las mazmorras del palacio. Esta esclavitud fue providencial, porque Flare sabía que un joven había sido capturado acusado de espionaje, y que se encontraba en muy mal estado después de haber sido torturado para hablar. Tras curar sus heridas, Flare vio la pureza en sus ojos y comprendió que se trataba de un Saint de Atenea. Convencida de que podría prevenir la guerra y hacer que Hilda volviera a ser la de antes, Flare solicita a Hyoga del Cisne que la lleve junto a Atenea. Los dos escapan del palacio juntos. Descuidada por lo que equivalía a traición, Flare es guiada por Hyoga hasta Atenea, venida a Asgard con sus Bronze Saints, Pegaso y Andrómeda. El cosmos puro y caluroso de Atenea le hizo comprender que había hecho la buena elección, y Flare no dudó cuando se encontró frente a Hilda y sus guerreros divinos, aceptando ser considerada traidora infame. Inconscientemente, trató de convencer a su hermana a renunciar a sus intenciones, asistiendo llena de amargura a la confrontación entre los God Warriors y los Bronze Saints en vano. Luego, al ver el anillo en el dedo de Hilda, Atenea lo reconoce como el anillo de los Nibelungos, capaz de subyugar la voluntad de quien lo lleva, y supuso que Hilda era prisionera de una fuerza maligna. Ahora que el comportamiento extraño de su hermana había quedado claro, Flare esperaba que los Caballeros de Atenea lograran salvarla antes del deshielo. Para evitar ese riesgo, Atenea decidió someterse al clima glacial de Asgard para orar a Odín, sabiendo que no iba a sobrevivir a la noche. Impresionada por su espíritu de sacrificio, Flare decidió quedarse junto a ella para orar con el pequeño Kiki, un aprendiz que acompaña a los caballeros. Unas horas más tarde, Kiki tuvo una visión de Hyoga luchando en una cueva volcánica. Flare comprendió que luchaba contra Hagen y desesperada corrió hacia alli preocupada por la vida de ambos. Cuando finalmente llega a la cueva, encontró a Hagen listo para acabar con la vida de Hyoga, y logra detenerlo. Flare trata de hablar con Hagen de Hilda pero el guerrero, acechado por los celos y la certitud que entre ella y Hyoga había algo, no escuchó sus palabras y pensó que ella había sufrido un lavado de cerebro. Hagen decidió cabar con el enemigo, pero Flare se colocó ante él para protegerlo con su cuerpo. Ahora cegado por la ira, Hagen le pidió a Flare que se apartara, pero ella se negó, decidido a no traicionar no sólo Hyoga, sino también al deseo de paz en el que ella creía. A regañadientes Hagen cumple su deber y lanza su golpe secreto contra la chica y Hyoga. El Caballero del Cisne logra salvarla, pero la acción de Hagen reaviva el conflicto con toda su violencia, presionando a Hyoga a darlo todo para obtener la victoria y la derrota del enemigo. Herida y destruida por el dolor, Flare se arrastró entre sollozos hasta que el cuerpo sin vida de Hagen, con quien estaban ligados todos sus recuerdos, y se desmayó. Hyoga confia a la joven a Kiki, recién llegado, quien la lleva a una cabaña en el bosque para curarla. Al final de los combates, Flare, emocionada, vio como los diferentes caballeros regresaban con Athena, y luego lo hizo Hilda. Encantada de que finalmente pudiera abrazar a su hermana que la reconoció, Flare aceptó sin vacilar su perdón. Su alegría fue sin embargo, barrida por el repentino ataque de Poseidón, dios de los mares, que la secuestro y la arrastró a los abismos submarinos. Flare comprendió que fue Poseidón quien hechizó con el anillo de los Nibelungos a Hilda como parte de un plan complejo, que por desgracia resultó en la muerte de todos los guerreros divinos del norte, incluyendo a Siegfried. Poseidón ya no era una amenaza para Asgard, defendido por la aparición de la armadura de Odín, pero Flare e Hilda trataron de ayudar a sus salvadores, y decidieron recibir en el palacio a los caballeros, y ayudarles a encontrar una manera de llegar hasta el reino de Poseidón. Al final de sus investigaciones tuvieron éxito, y les indicaron un lugar prohibido a los habitantes de Asgard que conducía a los dominios de un gran rey. Afortunadamente, los Caballeros llevaron a cabo su misión y Poseidón fue derrotado. Feliz, y con su propia fe en la justicia reforzada por estas experiencias, Flare continuó su vida en Asgard. Flare es la primera en darse cuenta del cambio de Hilda, lo que no es de extrañar dado que, como hermana, ninguna otra persona la conoce mejor que ella. Freya comprende rápidamente que es posible recibir la ayuda de los Saints de Atenea, siendo consciente que la manera real de ayudar a Hilda es no seguir fielmente sus planes de conquista como hacen que los God Warriors, sino tratar de liberarla de maldad que habita en ella, sea lo que sea. Este personaje no existe más que en el anime y no debe ser confundida con la Freya que figura en la segunda película de Saint Seiya. Flare parece compartir el carácter original de su hermana Hilda, llena de bondad y justicia. Inocente, no comprende que Hagen pueda amarla pues ella lo considera únicamente como una especie de hermano. También vemos que no le falta valor, ya que corre directamente a la cueva donde se enfrentan Hyoga y Hagen. Hagen es para ella un fiel amigo de la infancia que compartió sus alegrías y juegos, incluso si parece que Hagen guarda sentimientos de amor hacia ella, estos no han sido observados por Freya. Hagen es un ser querido por Freya, y a ella se le rompe el corazón cuando se arrastra agotada por el suelo para acercarse a él una vez es derrotado por la Aurora Execution de Hyoga. Su relación con Hyoga parece bastante amigable, aunque existe la posibilidad de que una relación Hyoga-Freya sea un tema popular en los fanfics. A pesar de no ser una guerrera, la hermana pequeña de la princesa Hilda (que ayudará a los protagonistas a que detengan a su, últimamente, rara hermana) merece mención por su "conexión" mitológica. Freyja, Frea o Freya significa Dama. Como la Freya de la serie, era de carácter dulce y amable, pertenece a los Vanir, una de las dos grandes familias de dioses que para los antiguos noreuropeos existía. La otra era la de los Ases, a la cual pertenecían Odín y Thor, que eran básicamente dioses guerreros, mientras que los Vanir eran dioses más pacíficos, dedicados a la fertilidad y la naturaleza. Y aunque en el pasado hubo una guerra entre las dos familias divinas, Odín decidió adoptar a la joven Freya (y a su hermano Frey) como símbolo de buena voluntad. Fanart de Jerome Alquie (Francia) HERENCIA MITOLÓGICA : En la mitología nórdica Freya era una diosa mayor, hija de Njord y Nerthus (o Skadi), rubia, de ojos azules, era la más bella de todas las diosas, diosa del amor, la belleza, la fertilidad, la fecundidad. Esta diosa venerada por mucha gente también era reputada por su juicio justo y su bondad. Ella era la hermana del dios Frey. Poseía un collar mágico llamado Brisingegamen y una capa de plumas de ave que le permitía volar, con la que se transformaba en un halcón. Montaba en un carro llevado por dos gatos. Lloraba con lágrimas de oro. Después de la guerra que opuso Ases y Vanes, permaneció en Asgard en compañía de su padre y su hermano gemelo Freyr. Enseñó a los Ases todos los secretos de magia que poseía. Tenía el poder de transformar a los seres en animales. Después de cada batalla Odin y Freya compartían los guerreros muertos. Odin los acogía en el Valhalla, Freya en su castillo Sessrummir en Folkvang. Se casó con Odr, concibiendo a dos hijos Hnoss y Gersimi. Un día Odr desapareció. Freya lo buscó y desesperada, se puso a llorar lágrimas de oro que, cayendo en el mar, se convirtieron en ámbar. La joven hermana de Hilda no tiene nada de una diosa como el nombre que lleva, con todo ella posee la belleza de las muchachas del norte como la divinidad de su nombre. Sin embargo, llora a menudo como la leyenda, pero la relación es muy poca. CURIOSIDADES :
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