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EL SIGNIFICADO DE ESMERALDA EN LA VIDA DE IKKI
por June de Camaleón (Guatemala) La leyenda del Fénix Para empezar con este artículo, describiré en breves palabras la leyenda del Fénix, ya que es la base que me ha dado el sustento para hacer esta analogía.
La leyenda del Ave Fénix se remonta a mitologías de varias culturas; sin embargo, esta vez utilizaré la esencia del mito judeo – cristiano el cual cuenta que el Fénix era otra de las criaturas que habitaban en el jardín del Edén. Al igual que Adán y Eva, el Fénix tenía prohibido comer del fruto del Árbol del Bien y el Mal. Cuando Adán y Eva, por su pecado de desobediencia trasgredieron las reglas del Paraíso y fueron expulsados como castigo, el ángel que fue a ejecutar su misión, al rozar su espada con la piedra del suelo, hizo una chispa, la cual fue a caer al nido del Fénix, quien ignorante de lo que sucedía, dormía plácidamente.
La llama, hizo presa del nido del Ave y esta se quemó junto con su nido. Como dato curioso tenemos que los Fénix de aquel entonces hacían sus nidos en los rosales. Seguramente, no eran rosales tal y como los conocemos ahora; si no más bien, rosales silvestres, los cuales se caracterizan por tener flores de cinco hojas, puesto que las rosas tal y como las conocemos ahora, son una especie relativamente “nueva” o posterior a 1867. Debido a que el Fénix fue un ser obediente que recibió un castigo inmerecido, los ángeles y Dios decidieron darle el premio de la inmortalidad, haciendo que fuera el único ser capaz de resurgir de entre sus cenizas en un ciclo de 500 años.
Ikki en la Isla de la Reina Muerte Como bien sabemos, Ikki fue llevado a la Isla del Reina Muerte para llevar a cabo su entrenamiento como caballero. En esta isla, prácticamente todo era desolación y muerte. Poca o ninguna esperanza de sobrevivencia tenían los que no estaban acostumbrados a condiciones de vida tan inhóspitas; sin embargo, Ikki tuvo la suerte de contar con la delicada Esmeralda para soportar tan pesado entrenamiento y sobre todo, para ganar la extraña armadura del Fénix la cual, se caracteriza porque nunca antes nadie la había portado.
Sin embargo, ¿por qué Kurumada no simplemente dejó que su personaje Ikki se las arreglara como pudiera para salir de esta dura situación? Una hipótesis, partiendo del mismísimo mito judeo – cristiano del Fénix, es que Kurumada utilizó la figura de Esmeralda como “sostén” del alma de Ikki, al igual que el nido del Fénix era sostenido por los rosales. Si nos vamos al simbolismo e iconografía de las rosas, estas flores siempre han sido sinónimo de belleza, pureza, protección, misticismo. Así mismo han representado el corazón de Cristo, el alma de las cosas, la esencia del ser.
Al momento de enfrentarse con Kaza de Léumades, Ikki no le muestra o por lo menos, este General de Marina, es incapaz de ver, quién es el ser más importante para Ikki, aparte de Shun. Únicamente intuye que detrás de la máscara dura de Ikki existe alguien que prácticamente constituye gran parte de la esencia del caballero. Luego se muestra una escena en que la Esmeralda corre a los brazos de Ikki y supuestamente le clava un puñal; pero Ikki la perdona y grita mil veces su nombre. Con esto, nos damos cuenta que Esmeralda es como el rosal que sostiene esa armadura de guerrero, constituye lo más puro y el recuerdo más sublime del caballero, recuerdo por el cual es capaz de sentir amor y tener una esperanza en un lugar tan inhóspito, siendo entrenado con un maestro tan irascible.
Esmeralda y las rosas Paisajistas y propietarios de casas en Italia utilizan el arbusto de las rosas trepadoras como protección para sus casas. En la antigua Roma se usaban para proteger secretos mediante la colocación de una rosa silvestre en la puerta de la habitación en donde se estaba tratando un asunto secreto o muy importante o bien, mediante decir “sub rosa” o “bajo la rosa”, para proteger el secreto. También podemos ver que el último caballero de las Doce Casas, Piscis, utiliza un camino de rosas para proteger la entrada a la cámara en donde se encuentra el Patriarca y posteriormente Athena. O sea, las rosas protegen la esencia, la pureza. En el caso particular de estos dos personajes, Esmeralda fue la que protegió el corazón de Ikki de la corrupción total a la que pudo haber llegado si se hubiera quedado del lado equivocado. Quizá, “el efecto” de protección de Esmeralda no fue “inmediato”, puesto que posteriormente a su muerte, Ikki se vuelve en un ser vengativo y rencoroso. Sin embargo, la pureza que protegió Esmeralda pudo conservarse intacta en el corazón de Ikki, en su esencia; puesto que de lo contrario, no hubiera logrado redimirse y terminar un ciclo de violencia injusta contra su hermano, Athena y los demás caballeros.
Aquí vemos nuevamente la relación entre las rosas del nido del Fénix, la leyenda del Ave y el personaje Ikki. Ikki entró en un ciclo de violencia y logró terminarlo, logró renacer como un hombre nuevo, como el Ave Fénix, a uno que luchaba por la paz. De acuerdo al mito, el Fénix renace cada 500 años. La rosa silvestre tiene únicamente cinco pétalos. El cinco es símbolo de la terminación de un ciclo e inicio de uno nuevo.
Incluso, de una manera muy frívola podemos ver que Esmeralda sí representa a aquel rosal del Fénix, puesto que tiene un vestido con flores sencillas de cuatro pétalos (que a veces parecieran verse como cinco). Estas podrían ser rosas silvestres y Kurumada utilizó muy bien la indumentaria de la muchacha para hacerla más simbólica en la vida del caballero del Fénix. Podría pensarse que de alguna manera las flores que crecen en la isla de entrenamiento de Ikki refuerzan la conciencia que hasta cierto punto Esmeralda es el “rosal” que sostiene el corazón del caballero. No forzosamente las flores que se presentan como símbolo de la esperanza es la isla tienen que ser rosas silvestres, de hecho, no sería posible puesto que estas son propias de las regiones asiáticas, europeas, norteamericanas o africanas y debemos recordar que la Isla de Reina Muerte más o menos tiene una ubicación cerca del continente Australiano, lugar nada propicio para las rosas.
Sin embargo, el enlace que existe entre el momento en que Esmeralda da
a conocer a Ikki el campo de flores y la muerte de esta (en el anime),
es un momento que llena de significado el sostén emocional que
posteriormente dará la joven al caballero. Es el último
regalo bello que ella le puede dar, el último momento de pureza
y ternura que sería precedido únicamente por momentos de
dureza y violencia en la vida de Ikki. Así como el rosal que sostenía
al Fénix del Paraíso, lo último bello y que constituyó
su último sostén en la muerte, caballero y ave, antes de
cerrar un ciclo de cenizas para tener su renacimiento.
Tauro Aldebarán
(España)
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