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Mu es un continente ficticio, que, como todas las leyendas parte de algo de verdad... Tauro
Aldebarán (España)
"Grandes Misterios de la Historia, Atlántida y Mu" : algunos puntos sobre dos continentes desaparecidos. El continente de Mu (ムー大陸 - pron. jp. muu tairiku, literalmente: ムー: Mü, 大陸: continente) es mencionado en el Hipermito (Hypermyth), se sitúa en el Océano Pacífico. En Mu habitaban numerosos alquimistas que construyeron las Cloths siguiendo las instrucciones de Atenea en la era mitologica, cuando Poseidón provocó la primera guerra Santa para invadir la Tierra. El pueblo de Mu construyó las 88 Cloths dotadas de vida que visten los saints. Mū Tairiku. ムー大陸 → (ムーたいりく) “El Continente Mū” suele ser confundido con Lemuria レムリア (Remuria) continente supuesto que estaba en el oceano índico y también con la atlántida. Otro nombre es también el “Continente Perdido“. Es el nombre de un mítico continente o isla que se dice habría existido y desaparecido en el océano Pacífico, relacionado y a menudo confundido con la Atlántida y Lemuria. En el fondo sería una mezcla entre mito y realidad, contrariamente a lo habitual que nos lleva más del mito a la realidad (recapitulación de las diferentes hipótesis de la situación espacio-temporal de dichos continentes nos permitirá descubrir la “pieza que falta” para ligar las diversas civilizaciones, mitos y leyendas del globo). El Hipermito es un texto oficial que nos explica las Leyendas Perdidas de los Orígenes de Saint Seiya y nos ayuda a aclarar varios temas sin respuesta. Este relato, entre otras cosas, menciona que Shion, Mu y Kiki (tres personajes del signo de Aries) + Yuzuriha, Hakurei y Sage (The Lost Canvas) son los últimos descendientes de una raza con "poderes especiales" (sus rasgos faciales los identifican de algun modo, si os fijáis bien los tres tienen cejas muy finas casi imperceptibles y llevan dos puntos rojos dibujados en la frente). Mu sería el nombre de la última parte de un Gran continente mítico que existió en el Pacífico, anterior a África y a la Atlántida. La destrucción de Mu y su subsiguiente hundimiento millones de años atras antes de nuestra era, ocurrido en la época de la Gigantomaquia, fue bajo circunstancias que siguen siendo desconocidas, muchos teorizan que fue por efecto de los terremotos y de los fuegos subterráneos. Por entonces, numerosos alquimistas murieron con Cloths en proceso de fabricación, y este conocimiento se perdió. El arte de reparación de las Cloths subsistió a través de unas pocas personas en el mundo, y el Hipermito supone que debido a su talento en este ámbito Mu de Aries podría ser un descendiente de los supervivientes de Mu. El caso es que la enorme masa terrestre fue sumergida en el fondo del océano hace miles de años, dejando sólo como recuerdo de ella varios picos de sus mas altas montañas, que ahora son otras tantas islas, entre las cuales, figura la llamada Isla de Pascua, famosa por sus estatuas gigantescas, que reflejan algunas características de sus pobladores. Death Queen Island, descubierta siglos después, es un vestigio del continente de Mu. Varios Cloth Boxes, de las cuales algunas contenían Black Cloths, fueron encontradas en la isla, pero no se sabe nada acerca de ellas, y no está certificado que estas datende de los días de Mu. Todo este relato es muy interesante y original, pero... ¿de dónde sacaron la idea?. La primera persona que habla abiertamente de la existencia de MU es el coronel JAMES CHURCHWARD que publicó varios libros al respecto : _Mu
el continente perdido James Churchward trabajó sobre las inscripciones encontradas en el Tíbet sobre la existencia de un continente llamado Mu, un vasto territorio situado en el Pacífico con una extensión de 10.000 kilómetros de longitud y 5.000 kilómetros de amplitud. Un verdadero paraíso perdido que habría sido la patria madre del hombre, el jardin perdido del Eden, al que habría llegado el hombre 200.000 años atrás, conociendo un alto grado de civilización, correspondiendo a la llamada Edad de Oro. La explicación del Hipermito al hacer alusión a este mítico continente de MU o Lemuria se inspira claramente en la obra fantástica del coronel británico destacado en la India, James Churchward (1851-1936), un peculiar investigador que dedicó 50 años de su vida y escribió 5 volúmenes para analizar ese hipotético continente, convirtiendo a Mu en la Atlántida del Pacífico, el inglés le atribuyó una antigüedad que oscilaba entre los 25.000 y los 200.000 años, sus títulos intentan mostrar la evidencia que una única fuente une a la raza humana en una herencia común, vamos a analizar su trabajo ... Lemuria : La tierra que se tragó el mar Nacido como especulación de un científico, "el continente lemuriano" concitó los fervores de teósofos y espiritistas. Un extrañísimo cóctel de hechos reales, interrogantes científicos y fantasía desenfrenada vincula a varios personajes con la extraña gestación de Lemuria, el "continente perdido". Son ellos la ocultista Helena Blavatsky, el biólogo Ernst Haeckel, el periodista Edward Lanser, el teósofo William Scott-Elliot y un animalito llamado lémur. Todos ellos participan de una historia que empieza, a mediados del siglo pasado, con una duda de los zoólogos. El lémur, un carnívoro de Madagascar, también vivía en el continente africano, en la India y en el archipiélago malayo. ¿Cómo se explicaba que un animal terrestre hubiese podido llegar a esos diversos territorios separados por el mar?. La mayoría de los científicos ubican a Lemuria en el Océano Pacífico, sin embargo existen teorías que colocan este continente en el Océano Índico. Algunos teóricos afirman que el continente desaparecido de Mu podría encontrarse cerca de Madagascar : los cientificos se preguntan porqué los lemure han escogido exclusivamente esa isla como domicilio en los archipiélagos próximos y piensan que debió existir una vasta tierra – bautizada como "Lemuria - y que debido a un cataclismo natural, se hundió en el océano... Subsistiendo aun altas cumbres de las montañas de esa antigua isla La respuesta que se le ocurrió al zoólogo Philip Sclater, dado que se desconocía lo que hoy se denomina deriva continental, fue que debió haber existido un continente sumergido, al que denominó Lemuria. Y Ernst Haeckel, célebre defensor en Alemania de las ideas de Charles Darwin, propuso que ese continente perdido habría sido la cuna de la humanidad. Resolvía así, de un plumazo, el problema que aquejaba en esa época a los evolucionistas: la ausencia de restos fósiles del famoso "eslabón perdido" en la cadena de antepasados del hombre. Madame Blavatsky, famosa espiritista, fue una divulgadora apasionada de temas misteriosos, entre los cuales Lemuria y la Atlántida ocuparon un lugar destacado. En el Tíbet, los mahatmas le revelaron que los lemurianos habían sido gigantes de cuatro brazos y un tercer ojo en la nuca. Siguió sus huellas otro ocultista, William Scott-Elliot, quien dibujó un planisferio donde ubicó el continente tragado por el mar. Además, agregó un rasgo a los lemurianos: tenían talones tan largos que podían caminar hacia atrás. Finalmente, en el siglo XX, el periodista norteamericano Edward Lanser creó una conmoción en el estado de California. En 1932 pretendió haber descubierto, en el monte Shasta, una comunidad de lemurianos, que habían sobrevivido gracias a su invisibilidad y al "poder secreto de los maestros tibetanos". Sin embargo los monumentos líticos de origen misterioso salpican todo el territorio del Pacífico, desde Yonaguni en Japón, hasta los enigmáticos petroglifos en la Gran Isla de Hawai e incluso los gigantescos monolitos de la Isla de Pascua. Todos ellos son atribuidos a la civilización lemuriana. Mu fue llamado el continente perdido por los teosofistas del pasado siglo, no parece haber dejado mucha información, pues su origen parece perderse en el origen de los tiempos, fue cuna de una cultura misteriosa que alcanzó un desarrollo tecnológico muy elevado. Parece ser que su tecnología se apoyaba en el uso de cristales, probablemente tratados artificialmente para emitir y activar desconocidas fuentes de energía, probablemente estos cristales eran capaces irradiar diversos tipos de energía capaces de alterar la materia física. Los muvianos al parecer adoptaron como signo de identidad la serpiente que simboliza la antigua sabiduría, el renacimientos y la regeneración. Mitológicamente se cree que su decadencia dio paso a la Atlántida. Además de muchas evidencias físicas que podrían apoyar esta teoría tenemos diversos testimonios de los habitantes del Pacífico, las leyendas de la Isla de Pascua hablan de Hiva (Lemuria) que se hundió bajo las olas cuando la gente huyó. Los samoanos llamaron a un lugar similar Bolutu este era abastecido con árboles y plantas de frutas y flores, las cuales eran inmediatamente reemplazadas cuando se cosechaban. En Bolutu, los hombres podían caminar a través de los árboles, casas y otros objetos físicos sin ninguna resistencia. Los Maoris de Nueva Zelanda aún hablan acerca de la llegada de hombres de hace mucho tiempo desde una isla hundida llamada Hawaki, un vasto y montañoso lugar del otro lado del agua. A mediados del siglo XIX, los científicos sostuvieron la teoría de que Lemuria ocupaba en tiempos remotos gran parte del océano Índico. De este modo se explicaba la semejanza de la flora y de la fauna en continentes separados por miles de kilómetros. El nombre de Lemuria proviene de lémur, animal parecido al mono que vive en África, en el sur de la India y en Malaya. El zoólogo británico P. L. Sclater, que ideó el término Lemuria, aseguró que el extenso continente se extendía desde Madagascar por el sur de Asia hasta el archipiélago malayo. Era un inmenso hábitat de lémures cuando fue invadido por el mar. Esta teoría fue confirmada por el hallazgo de animales fósiles semejantes, en zonas tan apartadas como la provincia sudafricana de Natal y el sur de la India. Entre otros evolucionistas del siglo XIX, el británico Thomas Huxley expresó su creencia en Lemuria, y el biólogo alemán Emst Haekel sugirió que el desaparecido continente pudo haber sido «cuna de la humanidad». De este modo surgió la hipótesis de que Lemuria fue sede del Paraíso Terrenal.
Ahora hablemos de Mu ... otro continente perdido que se ha situado en el Pacífico. En 1868, el coronel James Churchward, quien era un oficial de la armada británica en la India, se hizo amigo del sumo sacerdote de un templo Hindú, quien le enseñó varios sets de antiguas tabletas de barro que estuvieron escondidas en las bóvedas del templo hindú por varios siglos, abandonadas por los sacerdotes del templo a través de los años, toda una biblioteca de vetustas tablillas de piedra escritas en una lengua desconocida. Con la ayuda de su nuevo amigo, Churchward aprendió el nacaal, el lenguaje más antiguo que la humanidad haya articulado, y supo como descifrar las inscripciones de las antiguas tabletas. Mientras las traducía, se dio cuenta que se había tropezado con la increíble historia de un gran continente perdido, que fue la primera gran civilización sobre la tierra. Hablaban de una gran civilización que se había alzado, florecido y decaído mucho tiempo antes que todas las conocidas por los estudiosos. Era el gran continente de Mu, la madre patria de todas las razas de la tierra. Churchward buscó más tablillas en Lhasa, Tíbet, en ellas había logrado descifrar toda la historia, la ciencia y la filosofía de Mu. Según las tablillas, el hombre primitivo apareció en Mu hace dos millones de años y dio origen a una raza muy selecta de 64 millones de individuos. Entonces el continente fue totalmente destruirlo por una única y violentísima erupción. Hubo, no obstante, algunos supervivientes de los que surgieron las razas que actualmente habitan el globo. Por largos años, Churchward siguió los pasos de esta nueva civilización misteriosa por los confines de la tierra, poniendo juntas todas las piezas de un gran rompecabezas. Después fue adquiriendo más y más información y una maravillosa imagen se empezó a formar. La impresionante figura de un vasto continente del océano pacífico y sus habitantes se juntaron. El resultado final de la inmensa labor de Churchward fue su sorprendente libro “El continente perdido de Mu” James Churchward afirmaba que la extensión del continente era de 9.600 por 4.8000 kilómetros y su centro estaba próximo al sur del ecuador. Tristemente, después de su primera aparición en 1926, fue objeto de burla y críticas por los arqueólogos de esos días, y muy pocos tomaron sus descubrimientos y teorías de una manera seria. Fue clasificado más como ciencia ficción que como un estudio científico serio. Pero ahora afortunadamente, vivimos en una sociedad con la mente menos estrecha y se están tomando en cuenta varios trabajos monumentales como el de Churchward. Claro, no estoy tratando de decir que tenemos que estar completamente de acuerdo con su idea de que Mu era un gran continente a la mitad del pacífico, como la idea de que la Atlántida era un gran continente a la mitad del atlántico. Algunas personas llamaban a Mu pacífica =D -, pues no puede estar apoyada por los descubrimientos de la exploración con submarinos modernos y las investigaciones geológicas.
1 - THE LOST CONTINENT OF MU: The Motherland of Men En sus libros, Churchward se propone probar la existencia de Mu. En primer lugar por medio de las tabletas de Naacal, después menciona registros escritos en Maya, Egipto y la India, que cuentan la destrucción de Mu: cuando la corteza terrestre se quebró por terremotos y después se hundió en un abismo. Después las aguas del Pacífico la cubrieron, dejando solamente agua donde una civilización poderosa existió. En segundo lugar, el menciona que hay una confirmación amplia de Mu en otros manuscritos antiguos, como el Ramayana hindú mencionado anteriormente, como dijo Narrat, el sumo sacerdote del templo de Rishi en Ayhodya. En un punto, se menciona a los Naacals viniendo a Burma “de la tierra de su nacimiento en el este” que es la dirección del pacífico: También se menciona a Mu en el manuscrito Troano, un libro Maya antiguo, escrito en Yucatán, y que ahora se encuentra en el museo británico. Éste se refiere a Mu usando los mismos símbolos que fueron encontrados en Egipto, India y Burma. También otro libro Maya tan viejo como el manuscrito troano- El código cortesano- lo menciona, además de un libro tibetano en Lhasa, y hace anotaciones de otros registros de Egipto, Grecia, Centroamérica, México y hasta las inscripciones Anasazi en el sur de USA. En tercer lugar, existen muchas ruinas en las Islas del Mar del Sur, como la isla Easter, Mangiagia, Tonga, Ponape y las islas marianas, que parecen recordar los tiempos de Mu. En Uxmal, Yucatán, hay una inscripción en un templo en ruinas que conmemora a “Las Tierras del Oeste, de donde venimos” y una pirámide fue construida en el suroeste de la Ciudad de México, de acuerdo con sus inscripciones, en memoria de la destrucción de “Las Tierras del Oeste”. En cuarto lugar, Churchward encontró que había universalidad de ciertos símbolos y costumbres antiguas, que fueron encontradas en varias ciudades antiguas como Egipto, India, Burma, Japón, China, las Islas del Mar del Sur, Centroamérica y Sudamérica y entre las tribus aborígenes de Norteamérica. Eran tan idénticos que pareciera que todas vienen de una misma fuente. 1 - THE LOST CONTINENT OF MU: The Motherland of Men (Editada en 1.931) En tiempos inmemoriales existía en el Océano Pacífico un extenso continente cuyo centro se encontraba situado un poco al sur de Ecuador. Este continente se llamaba MU. A juzgar por los vestigios que permanecen hoy en la superficie de los mares, su superficie cubría aproximadamente 10.000 km de este en oeste y alrededor de 5.000 km de norte al sur. Todas las islas del Pacífico, aisladas o en archipiélagos, formaban antes parte del continente de MU, devastado hace aproximadamente 12.000 años por un cataclismo. Terremotos y erupciones volcánicas destruyeron toda una civilización y las aguas del Pacífico absorbieron a toda una población, cifrada en 60 millones de habitantes. Las Isla de Pascuas, Tahití, las Samoas, las Islas Cook, las Tongas, el archipiélago Marshall, las Gilbert, las Carolinas, las Marianas Hawai y las Marquesas son todo lo que queda de este inmenso continente cuya existencia se confirma por innumerables leyendas indias, chinas, birmanas, tibetanas y camboyanas, así como por tablas, inscripciones y símbolos descubiertos en el Yucatan y en Centroamérica o en las islas de Oceania, sin hablar de los vestigios prehistóricos de Norteamérica, de las obras de los filósofos de la Grecia antigua y las inscripciones egipcias. Todos estos escritos prueban que este gran continente existió y que fue allí donde el hombre hizo su aparición sobre la tierra, hace 200.000 años. El continente de MU era el jardín del Eden de la Bíblia. Durante su destrucción, su población era extraordinariamente civilizada y sus progresos científicos sobrepasaban los conocimientos actuales, lo que no es sorprendente, puesto que este pueblo tenía 200.000 años de experiencia, mientras que nuestros principios científicos apenas se remontan que a 500 años atrás. Las grandes civilizaciones de los antiguos imperios orientales, Babilonia, la India, Egipto etc... no fueron más que los últimos fuegos de la civilización de Mu, sus hijos que murieron. Distintos vestigios son aún visibles hoy día como prueba de la existencia antigua de un continente perdido y entre ellos, uno de los más destacables es el de Tongatabu, un pequeño atolón de coral que pertenece al archipiélago Tonga. No hay la menor parcela de piedra sobre la isla y con todo se encuentra un inmenso monumento de piedra con forma de arco compuesto de dos pilares que pesan cada uno 70 toneladas, conectados por otro de cerca de 25 toneladas. Como no hay piedra sobre la isla (es un atolón de origen coralino) y que las islas más cercanas se encuentran a más de a 200 millas, uno se puede preguntar qué buques de los hombres de aquella época podían transportar tal masa de piedra. James Churchward enumera así en su libro "Mu el continente perdido" una larga lista de vestigios titánicos que sólo representa, con todo, una parte de lo que se puede encontrar en las islas del Pacífico. Ante estas pruebas tangibles, pruebas innegables de una arquitectura avanzada y, por lo tanto, de una civilización avanzada, sólo se puede concluir que en un momento dado de la historia de la tierra, existió un extenso continente en medio del Océano Pacífico que abarca a todos los grupos de islas sobre los cuales se pueden encontrar vestigios antiguos y que este continente conocía un alto nivel de civilización. « El continente perdido de Mu » Este libro puso por escrito la teoria de Churchward : El excéntrico coronel nunció la preexistencia de un supuesto e inmenso continente perdido llamado Mu (tierra madre, después también llamado Lemuria), situado en el Océno Pacifico y centrado justo al Sur del Ecuador; que habría desaparecido hace millones de años y cuyos habitantes poseían características muy particulares. El continente era una enorme masa terrestre que cubría casi la mitad del océano Pacífico, se extendía desde alguna parte al norte de Hawaii, hasta el sur en las islas Fidji y Pascua, de más de 5000 millas (8,045 Km.) de amplitud de este a oeste, una tierra paradisíaca y tropical que se extendía a largo del sur del océano pacífico (entre América y las regiones comprendidas entre Asia y Australia), y más de 3000 millas (4,827 Km.) de longitud de norte a sur, (desde los Estados Unidos hasta Suramérica / Asia-Australia). Estaba integrado por tres superficies terrestres divididas entre si, por estrechos canales o mares, y poblado por los primeros seres humanos, que habían aparecido en Mu 200.000 años antes, desarrollándose para convertirse en una raza evolucionada de aproximadamente 60 millones de seres repartidos en diez tribus, la primera civilización del planeta (que existió antes y durante el período de la atlántida). Este vasto continente y su cultura eran el centro de la civilización hace unos 25.000 años y su historia fecha 200.000 años atrás. Explicaba el coronel que habia tenido noticia de Mu por primera vez en la India, durante el hambre de 1866. Un viejo sacerdote hindú le había enseñado el nacaal, el lenguaje más antiguo que la humanidad haya articulado. Gracias a ello pudo descifrar la historia de Mu en unas vetustas tablillas de piedra escondidas en el templo del sacerdote. Según las tablillas, el hombre primitivo apareció en Mu hace dos millones de años y los habitantes de Mu eran los maestros y protectores de sus primos menos civilizados. Entonces el continente fue totalmente destruirlo por un cataclismo. Hubo, no obstante, algunos supervivientes, de los humanos primitivos surgieron las razas que actualmente habitan el globo y los habitantes de Mu abandonaron el continente y se dispersaron, de ahí se podría justificar que existan las armaduras de las diferentes tierras místicas, como las de Asgard, bajo el mismo concepto de piezas ensamblables en una sola figura y así. Así, es gracias a Churchward que podemos añadir al continente de Mu a la galeria de mundos hundidos que han hecho soñar a los hombres. Mucho se ha hablado acerca del desaparecido continente de la Atlántida y su posible ubicación dentro del orbe terrestre, pero muy pocos saben acerca de la existencia de este otro continente, no en el Atlántico, sino en el Pacífico y en el cual surgió verdaderamente la humanidad y el cual es también conocido como el reino de Mu, o Lemuria, lugar que fue la cuna de la humanidad y la sede de una civilización floreciente, muy avanzada tecnicamente y espiritualmente. Fundado en plena era terciaria, este llamado "Imperio del Sol", que extendía su dominación sobre un número de pueblos antiguos, conoció su apogeo hace 30 ó 50.000 años. Hasta que 12.000 años antes aproximadamente un cataclismo lo destruyó, Mu fue sacudido por una serie de terremotos, una importante erupción volcánica, seismos y maremotos, que destruyeron la totalidad del continente, y despué fue totalmente destruido por el hundimiento de bolsas de gas situadas bajo el suelo. Las olas cubrieron un abismo de fuego y Mu desapareció de la superfície del océano exterminando la casi-totalidad de los habitantes, cincuenta millones de millas cuadradas se hundieron en el fondo marino. Los supervivientes emigraron a otras tierras, así surgieron culturas como la Atlántida, Sumérica, Egipcia, Maya y Griega (también se dice que la Atlantida fue una colonia de Lemuria al igual que el Tibet). Churchward declara que la evidencia de la existenca de Mu se encuentra en las leyendas y objetos de los antiguos Griegos, Egipcios, Mayas, Trogloditas de America del Norte, Chinos, Birmanos, Tibetanos, Camboyanos y pueblos de las islas del Pacífico. De hecho Churchward basó la ubicación del continente en los archipiélagos e islotes rocosos que quedaron sobre la superfície del Océano Pacífico. La isla de Pascua y las principales islas polinesias, Tahiti, Islas Samoas, Cook, Tongas, Marshall, Gilbert, Caroline, Marianas, Hawaii y las Marquesas, son los últimos vestigios de Mu que subsisten; allí es también donde se refugió una parte del pueblo de los Muviens, del cual los Polinesios son los descendientes directos, mientras que los otros partieron hacia América central o el Sureste de Asia. Las islas de Nueva Zelanda y la multitud de islas del Pacífico son mesetas o cumbres de los picos y cordilleras más altos del sumergido continente, como las Islas Fidji, Hawaii, la Isla de Pascua, algunas áreas de Los Angeles.... Hay vehementes indicios que la costa oriental de Lemuria estaba lo bastante cercana a Norteamérica para que muchos lemures pasaran a habitar estas tierras mucho antes del hundimiento del continente. Existen numerosos estudios geológicos que nos indican la existencia de este continente en el Pacífico y cuyos “límites” están hoy día unidos o más bien forman parte de lo que es California y otras tierras cercanas de los Estados Unidos. De las investigaciones realizadas acerca de la naturaleza del Pacífico y de la flora de sus islas y de su fondo, se infiere que el continente lemuriano era probablemente tanto o más extenso que la actual América del Norte. Abarcaba desde los 0º de latitud Sur a los 40º ò 50º de Latitud Norte, y desde las cercanías de Norteamérica a la proximidad de África. Churchward recreaba así el esplendor y juicio de "El jardín del Eden", un mundo antidiluviano escondido, la historia bíblica e la creación procede no de las gentes del Nilo o el Valle del eufrates sinó de este continente sumergido bajo las aguas, Mu – La Tierra Madre del Hombre. Churchward dijo que sus afirmaciones se basaban en un vasto conocimiento de la ciencia, arte antiguo e historia, mitología y ocultismo, Las tradiciones y los simbolos sagrados de Mu se encuentran en varias partes del mundo que ataño estuvieron bajo su dominación Su transmisión fue asegurada por una cofreria sagrada llamada los Naacals, que poseían su propia lengua secreta; las materias científicas de su trabajo se basaron en información secreta que había obtenido mediante análisis de alfarería antigua y las traducciones de ciertas tablas de piedra escritas en lengua hierática, que descubrió escondidas en la India en 1868 cuando servía a la armada inglesa, y que le habían sido reveladas por un sacerdote Hindú, uno de los últimos depositos de su sabiduria, guardadas en unas tablas, descibrandolas descubrio toda la historia y religion del continente desaparecido, afirma que las tabletas fueron escritas o en Birmania o en Mu, el continente perdido, y su edad extrema fue atestiguada por el hecho de que la historia legendaria dice que los Naacals dejaron Birmania más de 15.000 años antes. Algunos de los temas incorporados a estas tabletas son: una cuenta de la creación de la tierra; vida y su origen; los funcionamientos del origen NAND de las fuerzas.
Pero Churchward no mostró nunca tablas para provar su descubrimiento. Explicaba que sus investigaciones eran fruto de estancias catalépticas en vidas anteriores. Ésta es la historia de la búsqueda de Churchward's del continente perdido, de las cámaras acorazadas del templo indio a las cuatro esquinas del mundo. Remontar leyendas, las historias, las tradiciones y las tallas de la piedra de civilizaciones más antiguas, Churchward demuestra que todas contienen referencias a un elemento altamente avanzado, una civilización anterior de la cual ellas remontan sus leyendas y herencia. ¿Realidad, Mito, Leyenda, Farsa?, el tiempo inflexible llegará a explicarnos esta cuestiones. El autor pasó 50 años uniendo piezas para concebir la historia de la civilización perdida de Mu. Lo que si sabemos es que sus cuatro libros sobre Mu son calificados generalmente como novelas de ciencia-fiction. 2 - THE CHILDREN OF MU En este segundo libro, Churchward cuenta la historia de la expansión colonial de Mu y la influencia de la avanzada cultura de Mu en posteriors civilizaciones del resto del mundo, la verdadera historia d elos pioneros de Mu. Sus primeras colonias se ubicaron en el Norte de América y Oriente, y luego en otras partes dle mundo. India, Egipto y Yucatan son testimonio del legado de esta gran civilización. Churchward relaciona a Lemuria con los antiguos Mesopotamios y egipcios, Birmania y Camboya (sobretodo con su templo de Angkor), los Nagas de la India, los Mayas de Yucatan, los vestigios de Tihuanaco en la cordillera de los Andes, los Indios del sur y oeste de los Estados-Unidos, los pueblos de Oceania… Por todas partes encontramos pistas de la llamada Madre Patria : Mu simbolizado por la cifra 3 (el continente habría estado formado por 3 bandas de tierras casi paralelas), con las referencias " Tierras del Oeste " o " Pais de las Almas ", por un rectángulo que en su antigua escritura hieratica representaria la letra M ; las Cuatro Grandes Fuerzas Sagradas, bases de las creencias cientifico-religiosas de los Muvianos, representados por la cruz, la svastika o el círculo alado, o por una linea rota compuesta de 4 segmentos dispuestos en espiral (letra H de la escritura hieratica) ; el sol, emblema del imperio muviano. Descifra en los nombres del dios egipcio Râ y de la divinidad hinduista Rama el eco del titulo que llevaba el gran rey de Mu : Ra Mu, y afirma incluso que el alfabeto griego (alpha, bêta, gamma, delta, etc.) no es nada más que un recito de la sumisión a Mu. El Imperio Maya habría sido fundado por los Naga-Mayas de la India, antes de originarse la civilización egipcia. Los textos bíblicos se interpretarían no como una narración de eventos reales, sinó como lejanos descendientes de los textos sagrados de Mu bajo una forma modificada. Churchward vio en Mu la fuente única de las tradiciones y las creencias de los hombres. Churchward intentó plasmar aquí todo lo referente a la increíble raza lemuriana (cuna de todas las civilizaciones), la cual se desarrolló durante no miles, sino millones de años y los cuales alcanzaron al igual que los atllantes, un alto grado de desarrollo, no tanto tecnológico, pero sí espiritual y psíquico. Describia a los lemurianos como la "raza del tercer origen" que habitó la tierra, así como el modo de vida, sus enseñanzas y cómo han contribuido enormemente en el desarrollo de la actual humanidad.. Ellos eran seres con un tercer ojo que les daba poderes psíquicos y les permetia funcionar sin cerebro. Origináriamente "bisexuales". Gran parte de la civilización lemuriana vivió en casas sin techo. Libres del estrés y las enfermedades vivian centenares de años, desarrollando sus especiales habilidades durante casi 40.000 años de experimentación y practica, durante muchos siglos de evolución los lemurianos ganaron la reputación de poseer telepatia, teleportación y viajes astrales, haciendo los vehículos terrestres innecesarios. Ellos eran sociables y vegetarianos, agricultores, externos, una cultura orgánica que trabajaba en armonia con la naturaleza y la tierra, haciendo un uso menor de la ciencia y la tecnología. Trabajaron en sus propios refugios, ropas, herramientas, comida etc... comunes, sin proyectar negatividad hacia los demás. El clima en Lemuria era en cierto modo tropical, pero el sol hacía estragos entre sus gentes, de tal modo que trabajaban más que todo al amanecer cuando el astro rey aùn no azotaba con toda su intensidad y luego al atardecer cuando el mismo se iba ocultando. Por esta razón, el color de la piel de los habitantes de Lemuria era un tanto dorado, por el impacto del sol en su epidermis. Los habitantes en general eran altos, más altos que la actual raza humana (en promedio), blancos, de cabello generalmente largo y con todos nuestros órganos sumado a otro que se encontraba ligeramente encima de donde comienza la nariz, y el cual con el paso del tiempo se fue atrofiando por su falta de uso y actualmente no lo tenemos (científicos han comprobado la existencia hace miles de años de ese órgano en los humanos, pero no saben cuál era su función), la función del mismo era la de permitir la comunicación a distancia (hoy conocida como telepatía) que era muy común entre los lemures y para nada lo encontraban como algo extraordinario ni difícil, ya que era algo que formaba parte de su diario vivir. En cuanto a su fauna, era muy variada, existían también aves, lemures (de ahí que muchos investigadores creen erróneamente, que los habitantes se parecían mucho a esta especie de mamíferos) y también habitaban entre ellos los dinosaurios!, aunque alejados en las montañas, si causaban terror entre los habitantes de este continente los cuales aprendieron a convivir con ellos. El continente lemuriano no se hundió todo de una sola vez, sino que pasó por varios cataclismos, los cuales hicieron que muchos de sus habitantes emigraran a distintas zonas del planeta y fundaran ahí civilizaciones. Ellos se trasladaban por agua y por aire. Si bien no poseían el avance tecnológico de los atlantes, sí conocían la forma de trasladarse por aire y por mar, no utilizaban buques a vapor sino que se valían del viento como propulsor de sus naves. Se cree que descubrieron una extraña roca de origen volcánico que tenía la propiedad de influir en el agua pues cuando se colocaba una de estas piedras en una gran masa de agua, esta impelía al líquido en determinada dirección facilitando de este modo el viaje a través del agua. Su alimentación era básicamente de verduras y frutas. Los lemurianos eran sumamente espirituales, psíquicos (si cabe esa palabra en esa época) y tenían un concepto de Dios muy elevado, lo consideraban un Padre y Arquitecto de todo lo creado. Creían o mejor dicho sabían de la existencia de la reencarnación y la muerte no era para ellos algo más que un paso de “etapa” en la continua existencia del alma. Tanto era así, que ellos tenían la facultad (al igual que algunas tribus hoy día todavía la conservan) de escoger el día y momento de su muerte!, es decir, ellos preparaban todo antes de su transición y una vez teniendo todo arreglado, se colocaban en una posición particular y daban su último suspiro, así de sencillo era morir para ellos y era algo perfectamente natural, cuando consideraban que ya su misión en esta etapa de su existencia había concluido, entonces daban ese paso. (2da aclaración: en relación a la “elección” del momento de la muerte, esto es particularmente visible en el modo en que influyen las emociones sobre el sistema nervioso, lo cual está científicamente probado, y además está estadísticamente anotado que por ejemplo, muchos chinos de gran edad mueren el día después del año nuevo chino a pesar de su diagnóstico ser para días antes. Esto cobra significación si también notamos la importancia fundamental de esa cultura hacia este evento y la expresa voluntad de estas personas que luego fallecieron en llegar al año nuevo.) Un aspecto curioso de la sociedad de los lemurianos era el referente al casamiento. Cuando una pareja deseaba casarse, se llamaban a los padres de ambos y se les pedía su consentimiento, una vez daban el mismo, entonces se ponía a la pareja a una prueba: Ambos eran despojados de todas sus ropas, utensilios, etc. en fin, de todo y eran internados en el bosque sin nada y ahí deberían permanecer por dos meses!, tiempo durante el cual el hombre debía de proveer de alimento, ropa, techo y cuidado a la mujer, mientras que ella debía actuar como una verdadera compañera y apoyarlo en todo lo que estuviera a su alcance. Pasados los dos meses, ambos volvían y si alguna de las dos partes tenía alguna queja o no estaba satisfecha con el papel desempeñado por el otro, entonces no se realizaba la boda y no sólo eso, sino que jamás se podrían casar ninguno de los dos, ni entre ellos ni con nadie más, por lo que al momento de decidir casarse debían estar bien preparados y su amor debía ser muy fuerte para superar estas pruebas y regresar con ánimos para casarse y sin reproches. (Aclaración: rituales similares son practicados hoy en día por sociedades como las indígenas de las islas del pacífico). 3 - THE SACRED SYMBOLS OF MU « La extraña y verdadera historia de los orígenes ocultos de las antiguas y modernas religiones ». En este tercer libro de la serie, comparando el orígen y significados de los mitos y leyendas, símbolos, religiones, tradiciones e inscripciones de las civilizaciones alrededor del mundo, incluyendo la moderna, antiguas y extintas, Churchward presenta abundantes evidencias que conectan en Mu, la tierra madre, como la fuenta comun o legado de todas ellas. Todas las religiones se inspiran en las escrituras sagradas de Mu. Osiris (que vivió 20,000 DC) y Jesus enseñaron de forma idéntica la misma religión. Moises condensó las 42 preguntas de la religion de Osiris en los 10 mandamientos. 4 - COSMIC FORCES OF MU, Volume 1 En el cuerto libro con más de 60 tablas y diagramas, Churchward expone las ciencias naturales que fueron enseñadas en Mu, las cuales son el orígen de muchas de las teorías que enseña la ciencia moderna, las leyes universales y poderes que han creado el Universo y la tierra, incluso explica ciertas anomalías que la ciencia actual no puede resolver y los lemurianos si, concluyendo que existe una fuerza universal que lo gobierna todo, revela que la evolución biológica es un mito, esa fuerza universal es la que cambia la posición de los cuerpos y a veces al cuerpo mismo, ningun ser o cosa, aunque sea infinitesimalmente pequeña o ponderosamente grande puede evolucionar sin la ayuda de esa fuerza. Todas las fuerzas conocidas por « atómicas » son solo secundarias, gobernadas por una fuerza superior que mueve los átomos. Churchward explora las fuerzas cósmicas y la ordenada procesión de poderes que han creado el Universo, la tierra y que los iran transformando y cambiando perpetuamente. Toda enfermedad puede ser curada con los apropiados rayos solares, que las temperaturas de la tierra y las estaciones han sido fijadas inalterablemente y que la tierra no puede perderse en el espacio o ahogarse en el Sol. 5 - COSMIC FORCES OF MU, Volume 2, Este volumen Churchward continua exponiendo sus conclusiones sobre los ancianos documentos y legado presente de Mu, revisando teorias sobre la edad de la tierra, la naturaleza de las montañas y los procesos volcánicos, la Edad de Hielo y el Diluvio Universal. Explica el nacimiento de la tierra de acuerdo con las fuerzas cósmicas de Mu. La tierra es solo una pequeña rama de un inmenso árbol. No obtiene sus fuerzas del cosmos, se las proporciona el Sol y las manipula. Las Leyes Universales trabajan como fuerzas geológicas en la Tierra. Su creación e interacción, los grandes cinturones de gas, formaciones montañosas, cambios terrestres. Con más de 75 mapas y diagramas. En el último capítulo “Omega – La llave abovedada” Churchward se manifiesta sobre el destino de la humanidad. Para él, el hombre apareció en Mu en la era terciaria, teoría poco compatible con los datos paleontologicos que Churchward explica con el argumento que “el Hombre era una creación especial y no la obra de la Naturaleza. Apareció perfectamente desarrollado ; sólo le faltaba la educación física y mental.” Dicho de otro modo, el Hombre no “desciende” del mono según la fórmula consagrada, fue creado dotado de todas sus características actuales. El Hombre, a diferencia de todos ls animales, esta provisto de un alma que le permitirá reinar sobre la tierra, y cuando sea lo suficientemente sabio se elevara a la divinidad. Ese es su destino último ordenado por la ley divina (decepcionante conclusión marcada por la religiosidad convencional). Los razonamientos de Churchward pueden parecer contradictorios; es bastante curioso ver como este hombre, de cultura científica visiblemente rudimentaria acumula “pruebas irrefutables ” y considera en parte la ciencia “ oficial ” con una arrogancia poco común. Por contra, el lector se queda anonadado al ver como descifra los bajorelieves y jeroglíficos, y los traduce en lenguaje común. A pesar de sus afirmaciones, hasta la fecha los dibujos gravados sobre las tablas de madera de la isla de Pascua no han podido ser interpretadas como una escritura. CONCLUSIONES Sobre cierto numero de puntos, las tesis de Churchward parecen difícilmente comprensibles si uno no se hunde en el contexto intelectual de su época, el primer cuarto del siglo XX. Recordemos que la idea de la deriva d elos continentes fue propuesta a finales del siglo XIX, y no es hasta los años 70 en que se impone la tectónica d elas placas, la primer ateoría capaz de explicar de forma convincente el mecanismo de ese fenómeno. Con anterioridad, la presencia de hechos contradictorios, como la presencia de las mismas especies en regiones separadas por millones de kilometros de mar, justificaba a los paleontólogos a postular por la existencia de puentes de tierra que unian a los continentes y que se habían sumergido, ¿entonces por que no continentes enteros?. Pero hoy las cosas son diferentes, en el marco de una corteza terrestre dividida en placas resbaladizas, desde una dorsal a una fosa oceánica, la teoría del hundimiento de un continente no forma parte ya de lo aceptable. Recordemos que en esa época, la teoria de la evolución estaba lejos de tener las evidencias actuales. Las bases genéticas de la selección natural no habían sido aun reveladas, y el darwinismo competía con decenas de teorias opuestas (orthogenesia, lamarckismo, mutaciones…). El creacionismo no faltaba, su argumento era reivindicar que el hombre era fruto de una « creación especial » que lo ponia en un lugar aparte de la naturaleza. Con Mu, el continente perdido y sus derivados (El Universo secreto de Mu, El Mundo oculto de Mu), Churchward ofreció a nuestra imaginación un nuevo mundo sumergido, que hizo nacer de forma explosiva, no sólo la Atlántida se sumergió en las profundidades del mar gracias a distintos fenómenos atmosféricos (entre ellos el Gran Diluvio Universal), sino que existió otro continente, más grande en tamaño y más antiguo que la Atlántida misma, el cual poco a poco también fue desapareciendo de la faz de la tierra, pero que igual dejó un legado, y que de estudiarlo más a fondo nos daremos cuenta cuán viejos somos en este planeta azul..... La obra de Churhcward tuvo muchos adeptos e inspiró a los autores, Los escritores de fantasías se apropiaron de muchos de los “ descubrimientos ” de Churchward, inspirándose muchas narraciones. Como curiosidad, vale la pena mencionar que hay discrepancias en cuanto a la localización del mítico continente (así como la apariencia de sus habitantes), la mayoría lo sitúa en el océano pacífico y pero algunos otros en el océano índico, (naturalmente cerca de la India), se lo describia como una masa terrestre que se extendía de la costa oriental de Africa a través de los oceanos índico y Pacífico, basándose en una tierra perdida de las leyendas sanskritas del precedente continente de Rutas, pero el nombre Rutas sonaba demasiado falto de espíritu e inspiración. Ya en el siglo XX, aumentan los escritores que localizan a Lemuria en el Oceano Pacifico. De los estudios de los mapas batimetricos y las cartas geográficas del fondo del océano pacífico hechos por Gerry Foster aprendemos que hay un apoyo geológico razonable para la existencia de un gran número de islas grandes y extensas que formaron una serie de cerros a través del pacifico, que pudieron ser sumergidas por la actividad de las placas tectónicas hasta el fondo del océano. Es sabido que existe una región altamente inestable, rodeada por el llamado “anillo de fuego” de volcanes, y regiones propensas a terremotos, donde las placas tectónicas chocan entre si, además de que existen cadenas de montañas en el fondo del mar, de las que casi la mayoría son volcánicas, también hay profundos abismos conocidos como las “fosas”. También, el concepto de Churchward de cámaras de gas bajo tierra que se colapsaron después de perder su presión de gas interna suena enteramente creíble. Es razonable poner credibilidad en la teoría de Churchward de que ha habido una gran cantidad de elevaciones y hundimientos en tan inestable océano, y que, en el reciente pasado geológico, muchas de las cadenas de islas pudieron estar en un nivel más alto sobre el nivel del mar, para formar cadenas montañosas continuas alargándose a través de una gran parte de la mitad oeste, talvez tres terceras partes, del pacífico. Si se estudian las últimas descripciones del fondo del océano pacífico como si estuviera sin agua, se encontraría que es plausible que las cadenas de islas pudieron ser continuas sobre el nivel del mar extendiéndose entre mil y dos mil millas de longitud. El grupo de islas Midway y Hawai en el pacífico norte, que forman la cadena montañosa submarina de Hawai, es un típico ejemplo de lo que quiero decir. Ellas pudieron formar una conexión entre las cadenas de la isla Line por la cadena centro-pacífica y más abajo con las cadenas de islas contiguas en el pacífico sur. Siguiendo esta línea de pensamiento, uno puede ver fácilmente como pudo haber un grupo interconectado o de fácil acceso de montañas terrestres extendiéndose desde Japón y la India del este, cruzando por la isla Pitcairn, o la Isla Easter, in el sur, las marquesas cercanas al ecuador, y Hawai en el norte. No debemos ignorar la placa del sureste del pacífico sumergida en esta consideración, que corre por el nornordeste, hacia la costa oeste de centro América, en el medio de la cual encontramos a la isla Easter: de aquí es solo una distancia menor a dos mil millas para la costa de Perú. Esta pudo ser una navegación muy cómoda para un imperio de marineros como la gente de Mu debió haber sido seguramente, de acuerdo con la teoría de Churchward. A parte de la inclinación de Churchward hacia la necesidad de un gran supercontinente que ocupase la mitad del océano pacífico, la base de su teoría es muy intrigante, especialmente porque encaja muy bien con otras anomalías a las que se le atribuye el origen y los movimientos de varios pueblos antiguos. Incluyendo a los atlantes y los naacales, que junto con los lemurianos forman las tres principales razas de la humanidad.. Tal vez si Churchward hubiera tenido acceso al conocimiento de geología y topografía del fondo del océano con el que contamos ahora, la proporción de su continente, puedo haber sido modificado y pudo haber tenido una mejor aceptación que la que tuvo por los estudiosos de sus días. En su tiempo, Churchward no podía haber sabido de ruinas submarinas encontradas por los arqueólogos modernos. En la costa de la isla japonesa de Yonaguni, el arqueólogo británico Graham Hancock exploró las estructuras hechas por la mano del hombre talladas en roca, con terrazas y escaleras que parecen de pirámide, con una longitud de 200 metros, precisamente en el eje norte-sur. En otros lugares del pacífico, cerca de las islas de Tahití, Tongo, Ponape, Kosrae, Guam, Rota y Tiñan, hay construcciones similares que aguardan una investigación más cercana. Aunque
su teoría aparece como improbable, tanta masa de Tierra no puede
desaparecer así por así. Si ya nos ponemos así tenemos: Vamos, que en si nos ponemos en ese plan casi no existieron océanos en la antigüedad, pero si un terreno se hunde ¿a dónde va a parar todo esa tierra? Una isla puede desaparecer, pero un continente....... además, el que esas teoría las defiendan principalmente espiritistas, ocultistas, etc..... no hace más que aumentar el escepticismo. La deriva contiental, de sobras demostrada, encaja mucho mejor como explicación.
Algunos creen que ambos continentes existieron al mismo tiempo, que el grupo cultural más científico-racional habitó Atlantis, y que Lemuria tenia sujetos más inclinados artística y espiritualmente. Algunos incluso sostienen que experimentos a gran escala realizados en Atlantis causaron la eventual destrucción y hundimiento de ambas civilizaciones, debido a una dramática dislocación geofísica. Otros afirman que Lemuria es más anciano y existió antes que Atlantis. Cuando Lemuria fue destruida su gente se convirtió en tibetanos, esquimales, mayas y nativos americanos, ellos mantuvieron las costumbres y secretos sagrados a través de la tradición oral. Muy antiguamente se habrían establecido relaciones diplomáticas entre egipcios y atlantes... lo que habría dado nacimiento a un manuscrito egipcio con descripciones bastante detalladas del templo de Poséidon, de la organización política de la isla, la flora y la fauna, de las construcciones de la isla, etc ... en las retranscripciones de manuscritos egipcios se menciona un "mar alejado" así como un estrecho, "aquel que según vuestras tradiciones es llamado las Columnas de Hércules", el estrecho de Gibraltar, el cual serviría de punto de comparación a los Egipcios. La Atlántida se localizaría pues en los alrededores de un estrecho que recuerda al de Gibraltar. Tras algunas investigaciones, los científicos situarían el continente desaparecido "a 400 km de la costa de Adén y a 250 km del cuerno de África", exactamente bajo la actual Arabia Saudí y hacia Somalia. La isla de Socotra, en el Océano Índico - el famoso "mar alejado" - sería así el último vestigio de la Atlántida: un cataclismo la habría hundido al fondo marino y sólo subsistiría la cumbre de una antigua montaña atlante, más adelante enteramente absorbida, la isla de Socotra. En sánscrito Dwipa Sukhadara, "isla bendecida", también designada por los árabes como “isla del fénix”, equivalente del Bennou o ave sagrada egipcia ligada al culto solar, emblema de eternidad y resurrección. Son muchos los investigadores que creen que los egipcios simplemente fueron los herederos de una civilización mucho más anterior. Al decir anterior, nos surge un problema, ¿dónde buscamos?, ¿Quizá la Atlántida?. Parece ser que la Atlántida, de haber existido y según las antiguas fuentes que hacen referencia a ella, fue destruida hace unos doce mil años. Recordemos que se han encontrado pirámides no sólo en Egipto, sino también en otras muchas partes del globo terráqueo, como por ejemplo, la península del Yucatán, en Centroamérica. Y parece claro, que ni los egipcios, ni los mayas, fueron pueblos marineros, para transmitirse su cultura a través del Atlántico. Sin embargo, si creemos en una cultura común y anterior a las dos, como la Atlántida, despejaríamos muchos interrogantes. Tal vez, al desaparecer aquella mítica raza, sus supervivientes se dispersaron por distintos lugares impartiendo sus conocimientos. James Churchward, nos dice que se ha creído erróneamente que Egipto, era la "madre" de las civilizaciones, cuando existen numerosísimos testimonios de que fueron los depositarios de una cultura anterior. Según Manethón, sacerdote egipcio que vivió en el siglo III de nuestra era y que fue guardián de los archivos sagrados del templo de Heliópolis, la pirámide de Keops no fue construida por los egipcios. Y el historiador romano, Amiano Marcelino, afirmó que en las pirámides egipcias hay pasajes subterráneos y refugios en espiral construidos por hombres conocedores de los antiguos misterios. Algunos estudiosos de las ciencias ocultas, aseguran que en los sótanos de una de las pirámides de Gízéh, se haya una de las entradas secretas que conduce a un mundo desconocido y que el túnel que allí se encuentra conduce igualmente al Tibet y quizás a la mítica Shambalá. Para el científico y antropólogo brasileño Arysio Nunes, las pirámides no eran sólo cámaras mortuorias, sino también poderosas computadoras con capacidad para efectuar cálculos astronómicos y del tiempo. Otras fuentes aseguran que la fraternidad hermética de Egipto tenía sus oficiantes, sus secretos, sus contraseñas y sus métodos particulares para la enseñanza de la Ciencia. Estudios geológicos sobre el fondo marino cercano a Socotra habría confirmado “una ocupación fechada en más de 1000 años antes de nuestra era” y otras excavaciones habrían permitido situar una gruta repleta de alfarerías, pinturas rupestres, inscripciones en distintas lenguas préarabicas, o procedentes de África o la India. Además, Socotra se sitúa en la intersección de tres líneas de fallas: la corteza terrestre en ese lugar es pues muy frágil. Si bien las descripciones de la fauna y la flora del manuscrito son más bien vagas en general, permitirían, a pesar de todo, establecer que la Atlántida conocía el Monzón (sistema de vientos periódicos) lo que acredita su situación en el Océano Índico, que acogia a numerosos elefantes (originarios de África) y que contenía árboles que proporcionaban la resina del incienso, los "boswelias" (que se encuentran en Yemen). Socotra es cercana a África y al Yemen: se cumplen pues las condiciones. Se podría identificar a los Atlantes con los Fenicios, pueblo que conquistó extensos territorios, sobretodo el perímetro mediterráneo, y sobre el cual los científicos actuales aun no han determinado su lugar de origen. Ahora bien, los Fenicios, grandes comerciantes y navegantes, utilizaban árboles tan pesados que no podían proceder de Egipto, por ejemplo, cuya madera se adapta poco a las construcciones navales. Los boswelias podrían así explicar la potencia de la flota fenicia (como información: el apogeo de la civilización fenicia = 1000 años A.C., su decadencia hacia el año 700). Otro elemento es que los dioses adorados por atlantes y fenicios son igualmente desconocidos. Asimismo, de los textos de Plantón se desprenden semejanzas curiosas que no pueden ser una coincidencia, como la existente entre el lugar mítico donde residía el vielo EL, dios principal de los fenicios, y la descripción de la Atlántida. Este majestuoso anciano con barba blanca y cubierto con una tiara decorada con cuernos, encarnaba la sabiduría, la justícia y la benevolencia. No vivía ni en la tierra ni en el cielo, sino en un lugar lejano y rodeado de misterio, situado en “la fuente de dos ríos, en medio de dos océanos, en ese dominio real recibía a los dioses y diosas, sus hijos e hijas”. La Atlántida es una isla (ni sobre tierra ni en el cielo), y el templo de Poseidón está rodeado por dos fuentes, una fría y otra caliente, La isla se encuentra entre el océano índico y el mar rojo, en medio del curso de dos océanos. Estas similitudes son sorprendentes, de forma que recuerdan al dios Baal, venerado en todo el Mediterráneo. Se puede concluir que los “Atlantes”, conocidos bajo el nombre de Fenicios, que habrían emigrado durante el segundo milenio al Líbano hicieron sin duda responsable a su viejo dios de la desaparición de su isla de origen y lo reemplazaron por otro dios. El oricalco es presentado como un mineral desconocido y considerado como rarísimo en la epoca por los primeros visitantes a Egipto, pero que en realidad era un mineral relativamente común : hierro. Ellos no lo conocían, pues los objetos raros fabricados con hierro de origen meteórico estaban reservados al uso exclusivo del Faraón. Los habitantes de la isla dieron ese nombre de oricalco sin saber exactamente a que correspondía, y fue escrito así en los papiros. La historia de la Atlántida, de su civilización... fue examinada bajo todos los puntos de vista, y esta "tierra" perdida fue situada en muchos lugares... A lo largo del estrecho de Gibraltar, en pleno mar, y más allá existía un continente desconocido... ¿América??. Los vestigios se compararon con las islas Canarias, Cabo Verde, etc... otros buscaron más una zona más cercna, la isla de Santorin, Creta, y la civilización minoica, muy desarrollada con relación a la civilización helenica de Platón y los antiguos. Pseudoarqueólogos actuales piensan sencillamente en el misterio de las construcciones esotéricas de Perú (Mayas, antepasados de los Mayas..). ¿ Mu o Lemuria ? El nombre Lemuria es producto de la controversia planteada en el siglo XIX sobre la teoría del orígen de las especies de Darwin. Los defensores de Darwin tenían un problema para explicar como algunas especies se habían distribuido el largas extensiones. Los zoologos tenían una dificultad particular para explicar la distribución de los lemures. El lemur es una forma primitiva de primate que se encuentra en Africa, Madagascar, la India y el Archipiélago Malayo. Algunos zoologos sugirieron la existencia de una masa terrestre en el Oceano Indico, entre Madagascar y la India, milones de años atrás. Un zoologo inglés, Phillip L. Schlater, propuso el nombre de Lemuria (LEMURia) como la patria de los LEMURES en el Oceano Indico. Earnst Heinrich Haeckel (1834-1919), un naturalista aleman y seguidor de Darwin, usó a Lemuria para explicar la ausencia de fosiles del hombre primitivo: si el hombre fue originado en un continente perdido en el océano indico, todos los fosiles estarian bajo el mar. En la actualidad los zoólogos han explicado la distribución de los lemures sin usar una tierra puente, y los antropólogos han descubierto muchos huesos de hombres antiguos en África. De todos modos, en el siglo XIX, las teorias de Haeckel fueron leidas y respetadas, a consecuencia de ello, el nombre de Lemuria fue reconocido por los educadores de Europa y America. Hoy casi todo el mundo que ha oido hablar de Lemuria asume que las leyendas de Mu son idénticas con las de la tierra de los lemures aludida por los zoólogos. Después de todo, ¿no es Mu más que una forma acortada de leMUria? Es posible que continentes como Lemuria y Mu hayan existirlo, pues los terremotos, las inundaciones y las erupciones volcánicas han cambiado numerosas veces la faz de la Tierra. Seguramente continentes ahora separados por miles de kilómetros estuvieron una vez juntos. Ello explica que en partes diferentes del globo aparezcan plantas y animales de la misma especie. Hoy se sabe que los continentes actuales se han disgregado de una primitiva masa única. Pero el fenómeno se produjo mucho antes de la aparición del hombre. Mu es un supuesto continente o isla que existió y desapareció en el Océano Pacífico. Casi todos los científicos lo consideran como un producto de la imaginación. En el siglo XIX Augustus Le Plongeon y en el siglo XX James Churchward insistieron respectivamente en el descubrimento de documentos relativos a una civilización alta y más antigua que todas las civilizaciones de la historia. El descubrimiento de Le Plongeon no fue tal sino un producto de la imaginación y nadie ha confirmado el descubrimiento de Churchward. Tambien se han hallado gran cantidad de textos budistas que mencionan una tierra llamada Mu (de ahí el nombre) que segun parece se encontraba en el Océno Pacifico. La veracidad de estos documentos no se ha confirmado. No obstante parece haber indicios de una emigracion masiva ocurrida hace miles de años desde la zona este del Pacifico, cerca de la costa sudamericana. Estos indicios (que constituyen hechos aislados) nos sugieren que varias civilizaciones antiguas tienen un origen común en Mu. Estas son el antiguo Egipto, Persia y Mesopotamia, la civilizacion del valle del Indo, Perú preincaico y la isla de Pascua. Comparten similitudes artísticas, arquitectónicas y lingüísticas (todas ellas utilizaban un sistema de escritura jeroglífico), creencias comunes (de tipo solar), y Egipto, Mesopotamia y los nativos pascuenses conservan una leyenda bastante similar: en Egipto y Mesopotamia se trataba del mito originario de Atlántida, y en Pascua existe la memoria de una antigua patria llamada Hiva, que se hundió por un cataclismo, y que produjo una emigración a la isla de Pascua. El testimonio de los aymaras de Perú y Bolivia constituye otra evidencia de esta memoria común, ya que también hacen referencia a esta tierra perdida y en la misma ubicación, aunque en este caso la isla-continente se llama Atl-Antis (tierra antigua), de cuyo nombre no puede negarse el enorme parecido con Atlantida. El hundimiento parece haberse producido por la inminente colisión de esta isla con la placa sudamericana, que está deslizándose continuamente sobre el fondo del Océno Pacifico, dando lugar al hundimiento de Mu bajo la corteza y la formación del altiplano boliviano, de formación bastante reciente. Por lo tanto parece ser que Mu nunca será hallada. Kurumada, el Hipermito, Shion, Mu y Kiki ... Si se hace caso al Hipermito (puesto que estamos hablando de Saint Seiya ^^) y hasta información en contra, la Atlantida sería una isla construida por Poseidón para agrupar a sus tropas y Mu un continente donde Atenea hizo construir sus Cloths. Por lo que se parte del postulado que estos territorios existieron en este universo y que desaparecieron más tarde (uno destruido por los Santos y otro por???) cre´ndose así la leyenda. El Hypermyth se nos presenta como una herramienta para nosotros para darnos una idea de cronología de los acontecimientos! ^_ Kurumada no lo tiene todo controlado, hizo algunas cosas sin reflexionar. Shion no puede ser el único descendiente, e inevitablemente el continente de Mu tiene un vínculo contemporáneo, sino no se explica la aparición de Mu y Kiki. Lemuria significa tierra de los habitantes de Mu. Los lemurianos o habitantes de Mu, fueron los que hicieron las armaduras de la orden de Atenea. Shion, Mu y Kiki son los últimos al parecer de esta raza extinta debido a un cataclismo. Kurumada se basó en esta antigua y perdida civilización la que se dice que existió en realidad pero que hay muy pocas pruebas. Según en Hipermito este continente perdido fue tragado por el océano hace mucho tiempo durante otra Guerra Sagrada, en la que se enfrentaron los Santos y los Titanes, que provocaron el cataclismo que es descrito en varias culturas. El continente de Mu fue elegido por la Diosa Atenea para forjar las 88 Armaduras por ser sus habitantes seres espirituales y grandes artesanos. Al final del Cataclismo este continente fue reducido a una Isla que se conocería como la isla de la Reina Muerte. Aqui algunos sobrevivientes renegados -quizas pensaran que debido a Atenea habían perdido su tierra- desarrollaron las armaduras negras como venganza y mofa de las prendas que habian entregado a la diosa. Y claro esto nos viene a la siguiente pregunta ¿De que raza son Mu y los otros? algunos dicen que podrían ser elfos, debido a su longevidad, habilidades manuales y espiritualidad. ¿Que significan los puntos en su frente?. Shion no necesita de la técnica que mantiene a Dohko con vida ¿por qué?. Si la ultima guerra fue hace 260 años y Shion seguía pareciendo de 18, calculamos que de mínimo tendrá el doble y Mu rondaría cerca de los 300, y Kiki de los 100. Los muvianos o lemurianos deben de tener algún tipo de pacto con la diosa para mantener las armaduras vivas, así que por eso Mu anda con Kiki para todos lados, cuando Kiki aprenda todo lo necesario de su maestro seguramente se ira a vivir a Jamir y para cuando sea su tiempo se presentará en el Santuario para la siguiente era de la diosa Atenea en 200 años. Pero ya todos habrán muerto y nadie recordara al pequeño pelirrojo discípulo de anterior Caballero de Aries, lo mismo pasaría con Mu, nadie recuerda al pequeño pelimorado que acompañaba a Shion hasta antes de la guerra, ya lo conocieron como Mu de Aries. El único que podría aclararnoslo es Dohko y quizás ni lo recuerde, después de todo olvidar es de humanos, aunque en alguna ocasión Dohko presenta a Mu como un viejo amigo que vino de muy lejos. ¿Qué nos quiso decir con eso el anciano maestro?. El Tibet esta cerca de China, no es tan lejos y para alguien como Dohko ¿Qué puede significar la palabra viejo?, ¿no tendrá todo eso un doble sentido, una doble intención con esas palabras?. Quizás no se destruyó la tierra de Mu por completo, quizás a escondidas del resto del mundo permenece aislada, quizás por una barrera psíquica, puede que existan algunas islas de lo que fue el antiguo continente que vio nacer a la humanidad y con ellas algunos de sus habitantes originales. Y aunque no hay pruebas geológicas de que Mu haya existido, tampoco hay pruebas de que en las tierras que se han hundido a causa de los cambios en la corteza terrestre, no haya existido una civilización más antigua. Algo que explica porque Mu vive en Jamir es que la bandera del Tibet tiene 6 franjas rojas, cada franja representa una de las tribus que se consideran tradicionalmente como en el origen del país "Se", "Mu", "Dong", "Tong", "Dru" y "Ra".
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