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Santuario de Abel
Dignity Hill Caballero
13 (España)
Dignity Hill ディグニティ・ヒル pron. jp. diguniti hiru (Colina de la dignidad) allí se encuentra el Santuario del Dios Abel, conjunto arquitectónico que también forma parte integrante del Santuario de Atenea, siendo un lugar de acceso estrictamente prohibido y que ha permanecido escondido desde tiempos mitológicos. Esta imagen es una escenario de fondo de Dignity Hill, situado en una zona prohibida del Santuario, lugar donde se encuentra el Templo de la Corona del Sol de Abel en la tercera película. Otra imagen incorporada en un disco extra de la serie.
Situado en la ladera de una montaña, Dignity Hill es una zona compuesta por varios templos abandonados, en ruinas e invadidos por la vegetación que rodean el Templo de la Corona, コロナ神殿 - corona shinden, literalmente: 太陽: sol, 神殿: templo, denominación del templo de Abel, el cual, por el contrario, está en un buen estado de conservación a pesar del paso del tiempo. Como todo templo principal de un Santuario es imponente pero en su interior no se ve gran cosa, aparte de un salón donde Abel se sienta en su trono en cuya parte superior está suspendida una gigantesca placa de mármol con gravados, la cual, en el desenlace de la batalla, con el derrumbamiento del templo, caerá y aplastará al dios solar.
En la tercera película "la leyenda de los santos escarlata", no se aprecia si este santuario estaba ya allí o ha aparecido de la nada como en las demás películas. Siendo un lugar prohibido, Dignity Hill reaparece y reanuda su actividad sólo cuando Abel y su corte están presentes. A primera vista la zona montañosa parece bastante escarpada e irregular, rodeada de ruinas de otros templos menores y construcciones. Llama la atención el estado ruinoso de estos templos, algo sorprendente para ser el santuario de un dios, mientras que el templo principal de Abel está en buenas condiciones. Habida cuenta de que Abel no regresó a la Tierra desde los tiempos mitológicos, es normal que la mayoría de los templos, abandonados, estén en ruinas. El estado de deterioro es tal que algunas de estas ruinas están sumergidas y otras cubiertas por la vegetación. El acceso al santuario es complicado, ya que se han de sortear varias escaleras y caminos en mal estado para llegar.
Después de que nuestros protagonistas decidieran atacar para salvar a su diosa de la muerte segura, se internan por separado en los distintos recintos. Los caballeros de bronce se enfrentaran allí a Abel y sus tres santos de la Corona, Atlas de Quilla, Belenger de Cabellera de Berenice y Jao de Lince. El primer combate, Seiya vs. Atlas, tiene lugar en un patio salpicado de columnas y demás ruinas de templos antiguos de estilo dórico y jónico que le dan un aspecto temible.
Más tarde seran Saga y Seiya los que se enfrentan aquí, finalmente Saga y Jao de Lince acaban muertos en el lugar. El segundo escenario es testigo de la lucha (otra vez) de Shiryu con Máscara de muerte de Cáncer. Sin duda esta es la zona que está en peor estado de conservación. Además de albergar ruinas de templos antiguos y otros edificios, como si fuera una ciudadela, todo está anegado de agua de las lluvias posiblemente, que han inundado las construcciones formando una especie de lago.
En otra parte del conjunto arquitectónico, Shun aparece en un bonito camino con zonas de vegetación y flanqueado por columnas antiguas. Las columnas están cubiertas con rosales, un lugar relajante, idóneo para que pasee por alli una pareja de enamorados si no fuera porque aquí Shun se vuelve a encontrar con Afrodita de Piscis. Después de que Ikki salve de la muerte a su hermano, Atlas aparece nuevamente y destroza a los dos caballeros de bronce de un sólo golpe.
Hyoga llega a los pies de una amplia escalera que lleva al templo principal de Abel, una especie de patio delimitado por grandes paredes rocosas en donde el dios Abel, Atlas de Quilla y Belenger de Caballera de Berenice le estaban esperando, alli Abel solicita al caballero del Cisne que fabrique un ataud de hielo para Atena, ante su negativa, Belenger se enfrenta a Hyoga y muere en el combate. Tras el desenlace del combate, Hyoga sube las escaleras y llega al gran templo de Abel.
El templo principal (denominado templo de la corona o la casa del sol) está en lo alto de una roca, en la cima de Dignity Hill, hace millones de años fue hecho territorio prohibido dentro del Santuario. Está rodeado por incontables ruinas de templos, así como un incontable número de planteas que rodean al sol, tiene tras de sí dos filas de enormes columnas que se erigen junto a una pared rocosa, situada en la parte posterior. La columna central sostiene una gran escultura con forma de sol, símbolo que representa a Abel. Parece estar dividido en dos, como si fueran dos edificios adosados, el primero más pequeño y detrás la nave principal. Ambos guardan el estilo arquitectónico clásico griego dórico y jónico, es decir, filas de columnas acanaladas, entablamento, frontón decorado con esculturas y tejado a dos aguas.
El Templo de la Corona, a diferencia del resto, parece haber quedado a salvo de los estragos del tiempo. Imponente, como todo el templo principal del Santuario, no vemos mucho de su interior a parte de la sala principal, donde se encuentra el trono de Abel. Sobre el trono pende una enorme losa de mármol grabado. Esta última, debido a los seismos causados por el propio Abel, al final del film se romperá y separará de la pared, se estrellará sobre el dios del sol que estaba agonizando.
El interior del templo presenta una variedad original, no tiene techo en su parte central y no tiene paredes lo cual proporciona al edifico una gran luminosidad durante el día, se podría decir que es como un gran patio rodeado de columnas. En el fondo del lugar hay una gran pared con una gran escultura tallada en relieve que representa a Abel y Atenea.
Bajo la escultura y en lo alto de unas escaleras está el trono de Abel con forma de banco o cama, donde el dios se reclina para tocar su arpa plácidamente y donde el cuerpo de la diosa es depositado mientras su alma viaja al mundo de los muertos.
Las estancias del dios Abel están situadas alrededor del templo principal. Son lugares con palacetes, esculturas, fuentes y jardines, y grandes escaleras talladas en caminos de piedras, un lugar paradisíaco.
Patios como aquel en el que Abel toca el arpa a Atenea y la cámara en la que estaban los 5 ataúdes de los caballeros dorados resucitados son algunos de sus ejemplos.
Tras la derrota de los caballeros de bronce a manos de Atlas justo enfrente del templo de Abel; Seiya, Shiryu y Hyoga invocan y visten las armaduras doradas de sus signos zodiacales y vencen al último de los caballeros de la corona, para enfrentarse a continuación a Abel. Tras un combate electrizante, Seiya mata a Abel con la flecha de Sagitario y con la muerte del dios del sol (Abel usurpa a Apolo), el santuario al completo se derrumba como si de la erupcion de un volcán se tratara, de hecho se produce una erupción volcánica de gran magnitud.
La estatua final de Abel y Atenea La última singularidad de Dignity Hill a señalar, es la estatua que representa a Abel y Atenea todavía jóvenes, provando que Atenea y Abel eran dioses muy cercanos antes de que este quisiera purificar la Tierra. Da la impresión que la estatua simboliza que para los dioses todo es un juego, en esta ocasión ha vencido Atenea pero ambos se citan para lo próxima reencarnación. Atenea tiene a los hombres en su corazón, combate por los seres humanos, aunque para ello deba enfrentarse a su propio hermano Abel. Las divinidades son seres inmortales y omnipotentes, se enfrentan y se aman... pero no se odian. El propio Seiya está confuso en el Tenkai Hen porque no logra comprender la razón por la que los seres divinos se comporten de forma tan absurda, y la respuesta seca de Apolo es: "un dios es un dios".
De hecho varios escenarios de Saint Seiya no están ahi sólo para hacer bonito, tienen todas significado o trascendencia : -
la de Atenea esconde su armadura divina y protege el Megas Drepanon. Esta estatua no parece ni real, da la impresión que aparece momentáneamente para simbolizar el pasado, la era mitológica en la que todos los dioses vivían en el Olimpo, una época bella y feliz que se terminó, acompaña la derrota del adversario.
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